El Milan se lleva el derbi con goles de Alex, Bacca y Niang
El conjunto dirigido por Sinisa Mihajlovic fue muy superior, no dio opciones a su rival en el derbi de Milán y se consolidad en los puestos europeos.
Por fin, después de varios enfrentamientos descafeinados, Milán nos regaló un derbi repleto de emociones. No faltó nada: goles, polémicas, fallos y buen fútbol. Al final, triunfaron los rossoneri con un contundente 3-0, que los acerca a los puestos de Champions (el tercero está a 6 puntos) y vuelven a dar ilusión en una temporada hasta ahora bastante gris. El Inter, por su parte continúa su crisis de resultados (solo logró 5 puntos en 6 jornadas, y el miércoles también cayó 3-0 con la Juve en la Copa italiana) y se aleja de forma casi definitiva de la lucha por el Scudetto, puesto que el primer puesto del Nápoles, ahora, está muy lejos (nueve puntos).
El partido, a pesar del resultado, fue bastante igualado hasta su tramo final: en la primera mitad, de hecho, el Inter tuvo varias oportunidades para abrir la lata, con el recién llegado Eder que cabeceó fuera un buen pase de Juan Jesus. El Milán aguantó bien y, justo en el mejor momento de los nerazzurri, se adelantó con un poderoso cabezazo de Alex, tras un perfecto centro de Honda en el 35'.
El gol aumentó la tensión en el césped, y en el 50' el banquillo del Inter protestó con vehemencia por un contacto entre Donnarumma y Eder tras un error del portero, con Mancini que acabó expulsado y que antes de dejar el campo hizo una peineta, como él mismo admitió, a los hinchas rivales. El partido vivió su momento clave en el 69': Mauro Icardi, que empezó en el banquillo, forzó un penalti por falta de Alex, se encargó del lanzamiento y lo falló, topándose con el palo.
A partir de entonces los nerazzurri se desmoronaron y el Milán, gracias a la total desorganización de sus rivales, sentenció con Bacca tres minutos después, que aprovechó un centro de Abate batiendo al meta rival al primer toque. En el minuto 77, además, Niang marcó el tercero finalizando un contragolpe empezado por Bonaventura, mientras que Handanovic evitó milagrosamente el cuarto gol con un paradón tras un chut de Balotelli. Una victoria merecida para los rossoneri, que complica bastante la temporada de un Inter que en la primera vuelta, muchas veces, suplió la falta de juego (y de goles) con los milagros de su portero. Los 1-0 que lo llevaron al primer puesto, ahora, ya no son suficientes.