RADIOGRAFÍA DEL ESTADO ACTUAL DEL EQUIPO
Benítez arranca el trabajo cargado de patatas calientes
El entrenador del Madrid adelantó un día la vuelta al trabajo. Le preocupan los frentes abiertos: la pretemporada, la situación de la portería, el tema de Sergio Ramos, la BBC...
Kilómetro cero. Rafa Benítez convocó ayer a todos sus jugadores para hoy a las 17:00 horas, aunque empezarán a entrenarse mañana. El técnico pretende que sea sólo una jornada de presentaciones. Faltarán James y Casemiro (irán directamente a la gira veraniega porque disputaron la Copa América) y Marco Asensio (está jugando el Europeo Sub-19 en Grecia). Benítez arrancará con 24 de los 27 que tiene en plantilla. Y con demasiados frentes abiertos. El principal, las previsibles salidas de los dos capitanes (Ramos y Casillas). Tampoco ha recibido en fichajes lo que los últimos técnicos de la era Florentino. Danilo estaba hecho (31,5 millones) antes de que llegara y a él sólo le han traído a Casemiro (7,5) y Lucas Vázquez (1).
La pretemporada. El primer frente abierto que encontrará Benítez es la pretemporada en sí misma, que ha sido planificada (lugar de entrenamiento, duración, desplazamientos, amistosos y fechas de los mismos) sin tenerle en cuenta. Su preparador físico, Paco de Miguel, ya alertó en su blog en 2012 de los peligros de este tipo de giras (el Madrid hará 45.266 km), de las que decía que “se disminuyen un 17% los entrenamientos”. Pero ahora al técnico le preocupan más ciertos aspectos de su plantilla.
Kiko Casilla. El último movimiento por Kiko Casilla indica que el Real Madrid no tiene nada claro lo que sucederá en la portería. Ayer negociaba por el excastillista con el Espanyol aunque antes de hacerlo ya hubiera filtrado la noticia a los medios (por eso el presidente Joan Collet se apresuró a decir que “eso de tres millones, nada de nada”). La cláusula del portero es de 20 millones y el Madrid tiene el 50% de sus derechos. El Espanyol sólo estaría dispuesto a rebajar un poco los diez millones que tendría que percibir.
El motivo de la llegada de Kiko Casilla. Si se materializa lo de Iker Casillas con el Oporto y estando Keylor lesionado en el tendón de Aquiles para tres semanas (la operación no está descartada) el Madrid se plantaría en Australia sólo con Pacheco y Rubén Yáñez (titular el año pasado en el Castilla). Una situación demasiado incómoda. El club blanco sabe que el fichaje de De Gea va para largo (para los últimos días del mercado), ya que el United ha vinculado su venta a la compra de Ramos. Pero incluso que pueda venir De Gea tampoco es seguro. Kiko Casilla será para el Madrid como una especie de comodín cuando se vaya Iker Casillas. Si De Gea viene, el club tiene un problema: deberá ceder o vender a Kiko Casilla o a Keylor. Si De Gea no viene, se queda con los dos.
No hay un central como Ramos. Si Ramos se va al United, no hay en el mercado un sustituto de su categoría. La defensa quedará devaluada. Suena Garay, central de 28 años representado por Jorge Mendes, al que el Madrid ya vendió en 2011. Es el elegido. Se descarta a Otamendi, al que el United ya tiene hecho (Mendes ha llevado la negociación). Y en la recámara está Mustafi. Además del que llegue de entre Garay y Mustafi (siempre si se va Ramos) el Madrid tendría como centrales a Pepe y Varane, y a Nacho.
Músculo en la media. Benítez pidió músculo en la media y le repescaron a Casemiro por 7,5 millones. Pero el técnico ha dado luz verde a la cesión o venta de Illarramendi (que costó 40 millones) si le traen a otro medio con más presencia física. El Madrid ha puesto sus ojos en William Carvalho, centrocampista del Sporting de Lisboa de 23 años representado por Jorge Mendes. Tampoco esta línea parece tener los componentes definitivos.
Gestión de la BBC. Con tanta incertidumbre sobre puestos tan importantes en su equipo, a Benítez le habrá costado imaginar cómo quiere que juegue su Madrid. Para ello tiene entre las manos otra patada caliente heredada de la época de Ancelotti: la BBC. Está por ver cómo la encaja en su 4-2-3-1 ideal, o si prescinde de ella: en ese caso Benzema sería el gran damnificado. Su primera intención era la de poner a Cristiano en punta y devolver a Bale a la izquierda, donde a pedido jugar (lo hizo a través de su agente en la reunión que mantuvo con Florentino en el Bernabéu a finales de la pasada temporada).
El cuerpo médico. Por si fuera poco, Benítez tendrá que lidiar con el descontento que genera en gran parte de la plantilla la presencia del Doctor Olmo al frente de los servicios médicos, lo que desestabilizó mucho la pasada campaña.