FIFA | 65º CONGRESO
Joseph Blatter tumba a Ali; defenderá el título ante el FBI
Reelegido presidente hasta 2019. El príncipe sacó 73 votos y luego se retiró. Ampliado el sumario judicial. Revelación: bancos ingleses también movieron dinero corrupto.
Blatter fue reelegido a sus 79 años como presidente de la FIFA hasta 2019. Su rival, el príncipe jordano Ali bin Hussein, de 39, se retiró tras la primera vuelta, en la que obtuvo 73 votos por los 133 que cosechó su rival. El dirigente suizo prometió “recuperar la imagen de la FIFA con la ayuda de Dios y de Alá, de ese ser superior al que cada uno conoce por un nombre”. Blatter ya rendirá cuentas ante el Altísimo cuando le toque, pero de momento va a tener que dar explicaciones ante los hombres.
La Fiscalía de Estados Unidos ha ampliado el sumario del FIFAgate después de que Inglaterra haya aportado pruebas de que algunos bancos británicos, entre los que se citan Barclays, HSBC y Standard Chartered, participaron en el manejo de los dineros de la corrupción por el que ocho de los principales colaboradores del dirigente suizo del cantón de Valais permanecen en prisión.
El mismísimo Blatter, aunque dijo, eufórico, tras ser reelegido que su prioridad a partir de hoy mismo será “recuperar la imagen de la FIFA” barrunta que lo peor puede estar por llegar. Chuck Blazer anda suelto. El confidente del FBI cambió la cárcel por un llavero-micrófono con el que grabó testimonios comprometedores que luego han servido como prueba para las detenciones. Charles Gordon Chuck Blazer (Nueva York, 1945) se convirtió en un topo a cambio de inmunidad legal. Y salió de caza mayor. Sus años como secretario general de la Confederación de América Central, Norteamérica y el Caribe y su etapa como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA le permitieron grabar cientos de conversaciones comprometedoras. El exfiscal de Nueva York, Michael García, se apoyó en ellas para construir un informe de 350 páginas que luego fue censurado por la propia FIFA, que previamente le había contratado para limpiar las cañerías de la organización. El ‘Informe García’ sigue virgen guardado con siete llaves. La Fiscalía de Zúrich lo ha reclamado.
En este ambiente de corruptelas, con una amenaza de bomba que obligó a desalojar el Palacio de Congresos de Zúrich, cuando cada cosa que pasaba parecía peor que la anterior, lo único medianamente positivo fue el abrazo entre los presidentes de las federaciones de Israel y Palestina, que había pedido la expulsión de su enemigo. A regañadientes, pero el palestino Rajoub aceptó la mano del israelí Eini. Esto que pareció un brindis al sol pudo decantar el voto de los indecisos, los votos con los que Blatter no alcanzó los dos tercios que necesitaba en la primera votación, pero sí los precisos para hacer desistir a Hussein de ir a la segunda vuelta.
Mientras, a miles de kilómetros de distancia, el exvicepresidente de la FIFA, Jack Warner, que se entregó en Puerto España y salió de prisión pagando una fianza de dos millones de euros, abonó la teoría de Putin: “Todo lo que ha pasado es para quitarle el Mundial a Rusia”. EE UU dice que no, que si ha intervenido es porque se han cometido delitos.