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GETAFE 1 - ALMERÍA 0

Álvaro le hizo tomar al Getafe una Copa que no quería tomar

El delantero marcó el único gol en el 75. Quique Flores alineó al tercer portero y a cuatro jugadores del filial como titulares. Penalti de Escudero por mano en el 37.

Una imagen del partido en el Coliseum.
Una imagen del partido en el Coliseum. JESUS RUBIO
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Se olvidó Álvaro de mensajes en redes sociales, se dedicó a jugar y le salieron un montón de amigos. El lunes fue crítico con Cristiano por su grito en la celebración del Balón de Oro, y le llovieron respuestas. El miércoles fue él quien gritó, gol a secas, como se cantan los goles, y le puso sello a la clasificación del Getafe para cuartos de final de la Copa, en los que se cruzará con el Villarreal, primero allí y la vuelta en el Coliseum.

Cuando entregaron la carta a los comensales (alineaciones) más de uno pensó en levantarse de la mesa y reclamar el dinero de la reserva. El Getafe salió con el tercer portero y cuatro del filial de titulares. El Almería se lo tomó un poquito más en serio. Al menos, no puso a ninguno del filial en su once inicial... de los cuatro que aguardaban en el banquillo.

La cena tardaba en ser servida y los entrantes no llegaron hasta pasada la media hora. Decía Quique Flores que la Copa distrae. A otros la noche les confunde, pues es incomprensible que ni el árbitro ni ninguno de sus ayudantes viesen el claro penalti por mano de Escudero a falta lanzada por Mané. Era el minuto 37. Hasta el 38 no llegó el primer remate entre los tres palos. Fue de Thomas, un disparo flojeras desde fuera del área al que hizo falta soplar para que llegara a las manos de Jona. Se animó el Almería y al minuto siguiente Teerasil le ganó la espalda a Alexis y a Vigaray y se orientó bien hacia Jona, pero el remate del tailandés fue abortado con las piernas del portero en su acertada salida cerrando espacios.

Quique dejó entrever su apuesta por el 4-4-2, un sistema que no se veía en Getafe desde la era Míchel. Luis García y Contra eran más de 4-2-3-1. Juan Ignacio, por su parte, buscaba soluciones intercambiando de banda a Espinosa y Welligton Silva.

Futbolísticamente, lo mejor fueron las internadas de Macedo, casi siempre buscadas por Espinosa. Hasta que entró al campo Sarabia. Diego Castro encontró en él un socio con el que ya no sentirse solo (también incomprendido) y el Getafe por fin comenzó a jugar lo más parecido a fútbol, pues en la primera parte apenas salió de su campo.

El Almería, que necesitaba al menos un gol para no quedar eliminado, fue de más y menos hasta el punto de acabar recibiendo a los azulones en su área. Avisó Diego Castro con un disparo desde lejos. Acto seguido, en el 72', llegó el paradón de la noche, una excelente mano de Julián a remate de Álvaro. Parecía imposible de sacar, Julián lo obró. El Getafe insistió y persistió, y encontró el premio del 1-0 en el 75'. Una delicatessen de Sarabia filtrando el balón entre defensas dejó sólo a Emi ante Julián. El joven, nacido en Argentina pero internacional Sub 19 con España, quiso picar el balón ante la salida del portero, pero éste volvió a meter la manopla. Desvió el peligro, pero el balón cayó en los dominios de Álvaro, quien regateó al meta y marcó. Por las ocasiones de gol del Almería mejor no preguntar.

El Getafe, que parecía no querer la Copa, se tomó dos tazas.