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BULLS 107-PELICANS 100

Pau Gasol sufre a Anthony Davis en otro gran día de Jimmy Butler

El español no tuvo un buen día en anotación con sólo 8 puntos (3/9 en tiros de campo), mientras que su compañero alcanzó los 33 puntos.

Pau Gasol ante Anthony Davis.
Pau Gasol ante Anthony Davis.EFE

Los Chicago Bulls son un arma letal. Con el paso de las semanas, Tom Thibodeau ha ido realizando ajustes, recuperando jugadores y estableciendo la sensación de que el equipo es superior a gran parte de sus rivales de la NBA. La victoria de esta madrugada ante los New Orleans Pelicans (107-100) es un ejemplo de ello. No tanto por el triunfo, sino por la racha que han establecido tras el mismo: 6 victorias seguidas, la mejor racha de la franquicia de Illinois desde que empezó la presente temporada para un balance de 21-9. Además, el United Center ya parece seguro y tras ganar a los Pelicans el balance en casa es de 8-5, después de haber perdido cinco de los siete primeros encuentros disputados. Lo que se esperaba con la llegada de Pau Gasol al equipo y el segundo retorno de Derrick Rose. Pero, claro, había que demostrarlo sobre la cancha y los Bulls lo están haciendo

"Cuando jugamos así, creo que somos muy difíciles de superar", manifestó Jimmy Butler, el hombre del partido, aunque tras 30 encuentros es el hombre de la temporada para los Bulls. El escolta está en su momento más dulce desde que es profesional. A su inagotable capacidad para no sentarse en el banco y defender a cualquier rival hasta llevarle a la extenuación, se ha unido ahora una facilidad para anotar desconocida. Esta madrugada llegó a los 33 puntos y superó la treintena por quinta vez esta campaña. Curioso si observamos que desde que fue drafteado 2011 (pick 30 de la primera ronda) hasta esta temporada, nunca había hecho más de 30 tantos. Anotar y defender (incluso se emparejó en ciertos momentos del duelo con Anthony Davis) algo muy al gusto de Thibs.

Junto a la figura de Butler también está destacando Rose (19 puntos) en esta gran racha. Contra los Pelicans disputó su cuarto encuentro seguido. Magnífica noticia para los Bulls y un suspiro para sus aficionados que todavía no se acaban de creer que el base no se vaya a romper un día de nuevo, lo que significaría un adiós casi definitivo a su carrera. Pero eso no va a pasar y por si ocurre hay que disfrutar con lo que nos ofrece cada noche.

La unión de ambos permitió a los Bulls superar un muro muy difícil de escalar: Anthony Davis. El pívot crece a cada paso, partido, semana, mes y año. Es increíble lo que es capaz de hacer si no tiene el día inspirado y ya si vuelve a su ciudad natal, juega su primer partido en el United Center desde que es profesional (los dos últimos cursos estuvo lesionado cuando coincidía la visita de su equipo a la Ciudad del Viento) y es recibido con una gran ovación, pues es normal que anote 29 puntos, capture 11 rebotes y dispense 6 tapones como quien baja a comprar pan.

El juego interior de Chicago vivió sometido a su tiranía durante el encuentro. Un ejemplo de ello fue el descenso en anotación de Pau Gasol. El español no consiguió su habitual doble-doble y logró sólo 8 puntos (3/9 en tiros de campo) y 9 rebotes, cuando su media es de 17,8 y 11,4. Por su parte, el hispanomontenegrino Nikola Mirotic cumplió en los 17 minutos que estuvo en cancha y consiguió 10 tantos. Pero no sólo Pau lo paso mal. Noah (7 y 9) y Taj Gibson (12 y 10) no brillaron como acostumbraron. 

A pesar de Anthony Davis, los Bulls se llevaron un duelo que se decidió en la recta final del tercer cuarto cuando con Brooks (13), que anotó un triple, comenzó una racha de 15-5 que les permitió llegar al último cuarto con la ventaja parcial de nueve tantos (80-71) que sería decisiva. Nueva Orleans se acercó a siete cuando restaban 2:58 para acabar, pero los principales protagonistas de los Bulls aparecieron. Primero Rose realizó un magnífico mate para bajar los ánimos de los visitantes y tras una bandeja de Evans (26), Butler logró un triple que elevó la renta a 10 (104-94) con sólo 1:49 por jugar. Demasiado para los Pelicans. "Dura derrota porque jugamos bien", señaló Williams al acabar el encuentro. Pero solamente bien ya no es suficiente en territorio bull y los rivales ya lo saben.