REAL SOCIEDAD
Becker pide perdón por un incidente en una discoteca de San Sebastián
El jugador de la Real Sociedad protagoniza un encontronazo a la entrada de una conocida sala de fiesta donostiarra al increparle varias personas sus errores en el empate de ayer en Valladolid. El club estudia lo sucedido para aplicarle el código interno.
Sheraldo Becker, el futbolista de la Real Sociedad, ha protagonizado la noche de este pasado sábado un desagradable suceso a la entrada de una conocida discoteca de San Sebastián, después del partido que jugó con el equipo donostiarra en el estadio Nuevo Zorrilla contra el Real Valladolid. El futbolista internacional por Surinam, que acabó involucrado en una pelea con otras personas, se ha apresurado a pedir perdón a través de sus redes sociales y explicar su versión de los hechos.
El incidente ha sido grabado por varias personas y las imágenes han corrido como la pólvora por las redes sociales. En ellas se ve como a la entrada de la discoteca ‘Gu’, en la parte vieja donostiarra, en pleno centro de San Sebastián y estos días en el núcleo de todo el movimiento por el famoso ‘Festival internacional de cine’, Becker se encara con varios jóvenes y se produce rápidamente una pelea que intenta ser sofocada por otros jóvenes que estaban esperando en la fila para entrar en la sala de fiestas.
Parece ser que lo que ha sucedido es que varios chavales le han increpado por los goles que había fallado en Valladolid por la tarde y que impidieron que la Real lograse una victoria muy necesaria. Becker estaba acompañado por su pareja y otros familiares con los que también se metieron varios chavales y a los que fue a defender el jugador de la Real, según ha tratado de explicar en un documento que ha publicado en sus redes sociales. “Anoche estando con mi mujer y mi familia salí en su defensa en un desagradable incidente y no estoy orgulloso de la imagen dada. Os pido disculpas y os he fallado“, señala Becker.
El problema es precisamente la imagen que da Becker y el daño que eso provoca de rebote en la Real Sociedad, en un momento en el que las aguas bajan revueltas por el mal comienzo de temporada que están protagonizando y la frustración que provocó el empate en Valladolid, donde se fallaron innumerables ocasiones. Por eso dentro del club se entiende que Becker no tenía que estar allí, después de haber jugado un partido y cuando al día siguiente tenia entrenamiento en Zubieta. Desde la Real se están recabando los datos del suceso para estudiar lo que ha pasado, incluida por supuesto la versión del propio jugador surinamés, que ya expresa que aceptará la decisión que tome el club. “Acataré cualquier acción por parte del club. En estos momentos estoy en deuda con todos, presidencia, dirección, entrenador y compañeros. Trabajaré más duro si cabe para conseguir los objetivos”, dice Becker.
El propio futbolista neerlandés ha explicado lo que sucedió al presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, que de primera mano ha querido conocer los hechos. El club tratará el asunto con la máxima discreción posible, aplicará el código interno de la primera plantilla para este tipo de hechos y le pondrá in sanción económica. Luego estará el castigo deportivo por parte de Imanol Alguacil, en forma de desconvocatoria en algún partido, si es que eso llega, que está por ver.
Desde el club entienden que reacciona mal, aunque le insulten y le ataquen de manera lamentable. Y también creen que no tiene ninguna justificación que esté en una discoteca a esas horas después de jugar un partido, porque era evitable en la actual situación. Tampoco están bien lo que hace, su reacción a la provocación que recibe. Pero al mismo tiempo no quieren criminalizarlo, porque se trata de una equivocación que se puede corregir de un jugador que desde que llegó en enero de este año se ha comportado siempre con una gran profesionalidad. El problema es que los nervios en los que está instalado el entorno realista por el mal comienzo de liga provocan situaciones desagradables como la ocurrido a la entrada de esa discoteca de San Sebastián, con la reacción equivocada del jugador de la Real.