¡Por fin! Llegaron los Picks de la Semana 7 de la NFL 2025

Empezó cuando aún no tenía 25 años. Cada mañana, cada tarde y cada noche, me sentaba en la cama flanqueado por mis recuerdos deportivos y una gran colección de Sports Illustrated. En ese tiempo era un adicto al Xbox que jugaba interminables partidos en línea de Madden o NCAA. Del otro lado del auricular se escuchaban adolescentes con exceso de confianza o adultos con exceso de responsabilidades. A veces alguno negociaba la hora de la cena con su pareja o le pedía a un niño que bajara el volumen. Yo sólo tenía tiempo y una consola encendida.

Mientras mis amigos terminaban la universidad, trabajaban y emprendían la vida adulta, yo me quedaba suspendido. Como quien no encuentra el botón de avance. Y en esa pausa descubrí una trampa: si no podía acelerar el tiempo, podía retrocederlo. Así nació la idea de quitarme la edad. Fue un experimento tonto que me ofreció un consuelo elegante.

La primera vez que lo dije fue por inercia. “Tengo 23”. Sonó creíble. Nadie dudó. La mentira me pareció liviana, casi simpática. Repetí el truco más de una vez y descubrí un placer oculto. No era vanidad ni miedo. Era el gusto de desafiar la lógica. Tener una edad falsa era como usar un filtro invisible. En esa cifra inventada había humor, pero también una excusa. Me libraba de la presión de ser exactamente quien era.

Con el tiempo dejé de necesitarlo. Ya casi no finjo ser más joven, aunque confieso que a las escasas fiestas a las que aún voy, todavía juego con las cifras. Como cuando te quitas el abrigo y otra prenda en el guardarropas ajeno. No necesito un documento falso ni un disfraz. A veces basta una frase casual para recuperar la sensación de ligereza. Mentir un poco sobre los años se volvió una manera de burlarme del miedo a envejecer.

Pienso en eso cuando veo jugar a Aaron Rodgers con casi 42 años. En una liga donde los cuerpos se desgastan y las carreras mueren jóvenes, él sigue lanzando pases como si el tiempo fuera un linebacker lento al que puede burlar con una finta. Lo ves moverse y cuesta creer que pertenece a la misma generación de otros jugadores que ya comentan partidos desde un estudio de televisión. Rodgers se mantiene en el campo y hace que la edad parezca un malentendido.

Su temporada es una paradoja con casco, uno nuevo que odia, por cierto. El domingo pasado, ante los Browns, lanzó 235 yardas aquí, dos touchdowns allá, cero capturas ante defensas que devoran a los jóvenes. Nada de fuegos artificiales. Pero nadie se imaginaba que estaría más veces en la zona de anotación que en la farmacia para comprar una medicina para la presión arterial. Pittsburgh volvió a ganar y se alejó en la cima de la AFC Norte con marca de 4-1. El dato podría parecer anecdótico, pero no lo es. La última vez que los Steelers lideraron su división Rodgers todavía jugaba en Green Bay y el término ayahuasca sonaba a banda de indie latinoamericano tocando en Coachella.

Rodgers ahora hace ayahuasca y tal vez ahí aprendió que el secreto no es ganarle al reloj sino persuadirlo de que espere un poco más.

La NFL, en su caos, me recuerda a la vida adulta. Los equipos que parecían sólidos se desmoronan, los que nadie miraba resurgen. Un día te crees invencible y al siguiente descubres que todo depende de un error mínimo. Rodgers, en medio de esa inestabilidad, ofrece una enseñanza que trasciende el campo. No importa cuántos años tengas si aún encuentras una forma de jugar. No se trata de negar el tiempo sino de negociar con él.

Rodgers se enfrentará este jueves en el inicio de la Semana 7 en contra de los Bengals de Joe Flacco, otro jugador que aprendió a administrarse para seguir en el campo con las edad de la jubilación. Será el tercer enfrentamiento entre dos quarterbacks titulares de 40 o más años. Los otros dos los protagonizaron Drew Brees y Tom Brady.

He pensado que quizá mentir sobre la edad fue mi versión torpe de esa negociación. Un intento de aplazar la seriedad, de ganar terreno antes de aceptar el paso inevitable. Hoy ya no lo hago. O al menos no del todo. He aprendido a dejar que los años me alcancen, aunque a veces les cierre la puerta un rato más.

Porque la edad no es un número, sino una narración que cada uno edita con las herramientas que tiene. Algunos recurren a terapias, otros a vitaminas, otros a trepar cerros o prepararse para triatlones. Yo usé una mentira piadosa y un mando de videojuegos. Rodgers usa su brazo derecho. Ambos, supongo, practicamos una forma de resistencia.

Así que cuando alguien me pregunta cuántos años tengo, respondo con una sonrisa que no siempre es honesta. Tal vez diga la verdad. Tal vez no. En el fondo sé que la respuesta cambia según el día, el ánimo o el partido.

A veces creo que tengo 40. A veces 33.

Y quién sabe. Tal vez sea cierto. O tal vez, como Rodgers, haya aprendido a hacer del tiempo mi mejor mentira.

Partido de la Semana

Buccaneers en Lions (-5.5):

La NFL 2025 es una coreografía del desorden. En siete semanas, seis divisiones tienen líderes que hace un año parecían equipos de prácticas, y los guionistas del caos han encontrado su musa en Detroit y Tampa Bay. Dos franquicias que son considerados de mercados pequeños, hoy discuten quién manda en la NFC.

Jared Goff y Baker Mayfield son los quarterbacks con más touchdowns en la liga desde 2023, un dato que resume cómo ambos reinventaron sus carreras y dieron sentido al arte de ser descartados. Jared Goff lidera la NFL con 14 pases de anotación y una calificación de 120.6; Mayfield responde con 12 y un rating de 108.5 pese a jugar sin sus receptores titulares.

Los Lions llegan tras una derrota en Kansas City que exhibió su secundaria herida, pero regresan al domo con la velocidad a su favor. Tampa, en cambio, carga lesiones que reducen su margen de maniobra: sin Mike Evans, Emeka Egbuka ni Bucky Irving, el ataque luce deshidratado.

Detroit tiene a Aidan Hutchinson, que amenaza con igualar un récord defensivo al forzar balones sueltos en cinco juegos consecutivos, y un entorno ofensivo diseñado para aplastar con ritmo. Será un duelo de quarterbacks que comparten un pasado de rechazo y un presente de precisión. La diferencia estará en la pista rápida del Ford Field y en la capacidad de los Lions para acelerar antes del cierre. Bucs 30-33 Lions

Picks en pocas palabras

Steelers (-5.5) en Bengals: Tercer partido con quarterbacks titulares de 40 o más años. Steelers es un equipo más compacto y con una victoria casi podrían estar asegurando la división. Steelers 24-21 Bengals

Rams (-3) en Jaguars: Un viaje a Londres que en realidad es un segundo hogar para Jacksonville. Los Rams son un buen equipo cuando están sanos. El problema es que no tienen a Puka Nacua por lesión. Rams 27-24 Jaguars

Raiders en Chiefs (-11.5): Kansas City favorito de doble dígito ante Las Vegas. La dinastía de Patrick Mahomes está de pie y enfrenta a un rival que suele dominar con facilidad. Chiefs 34-20 Raiders

Patriots (-7) en Titans: New England acaba de descubrir que Drake Maye es un excelente quarterback. Titans descubrió que no tienen entrenador. Patriots 24-14 Titans

Eagles (-1.5) en Vikings: Los Eagles se están llenando de tantos problemas en el vestidor, como sucede en una cena familiar de Navidad. Deben despegar u olvidarse de defender la corona. Eagles 27-21 Vikings

Saints en Bears (-5.5) : Chicago consiguió un agónico triunfo en Monday Night, los Saints no lograron tropezar a Patriots. Saints 21-27 Bears

Giants en Broncos: Denver con su defensa fuerte debe derrotar al novato Jaxon Dart. Giants 16-21 Broncos

Colts en Chargers: Indianapolis tiene credenciales para llegar al Super Bowl, pero deberán sufrir alcanzar la meta. Colts 24-27 Chargers

Packers (-6.5) en Cardinals: Arizona sufre lesiones que limitan su capacidad de respuesta. Packers 30-24 Cardinals

Commanders en Cowboys (-2.5): Jerry Jones ya aceptó que su defensa necesita ayuda, esa ayuda no llegará todavía. Cowboys 30-33 Commanders

Falcons en 49ers (-2.5): La defensiva de 49ers está golpeada, no dudo que Atlanta lo aproveche. Falcons 26-21 49ers

Panthers (-1.5) en Jets: Los Jets son favoritos para ganar su primer partido. Yo también lo creo. Panthers 16-20 Jets

Dolphins en Browns (-3): Miami vive un colapso, Browns tiene defensiva. Dolphins 17-24 Browns

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