Los mayores fracasos en la historia del Draft de la NFL: Ryan Leaf, JaMarcus Russell, Akili Smith...

Cada año, los nombres más importantes del futbol americano universitario llegan al Draft de la NFL y los equipos hacen lo posible por elegir a la futura superestrella. A veces, la estrategia da grandes frutos y la franquicia es exitosa durante cierto lapso en los playoffs. Otras veces, sin embargo, es todo lo contrario.

Existe un problema inherente a la identificación de un ‘bust’ en la NFL. Si se incluye a todos aquellos que no alcanzan todo su potencial o la promesa que parecía poseer en la universidad, la lista es tan larga como tu brazo y puede incluir nombres de jugadores que terminaron con carreras respetables, como la de Vinny Testaverde.

Aunque nunca arrasó en la NFL como lo hizo en la Universidad de Miami, Testaverde acabó con una carrera de 21 temporadas en la NFL que incluyó dos invitaciones al Pro Bowl. Difícilmente es un ‘bust’ aunque no cumpliera con las expectativas que se tenían de él. A esta lista se pueden añadir los nombres de Tim Tebow, Ricky Williams y Matt Leinart. Todos hicieron cosas buenas, y todos tuvieron actuaciones respetables en la NFL, pero ninguno estuvo a la altura de las expectativas que se les impusieron.  

La decepción, sin embargo, no es lo mismo que un verdadero ‘bust’. Así que, con esa advertencia en mente, aquí están nuestros cinco mayores fracasos de la NFL de todos los tiempos.

Ryan Leaf, QB

El primer puesto de nuestra lista no sorprenderá a nadie, ya que Ryan Leaf es el mayor fracaso de la historia de la NFL. Al salir de Washington State, se debatió su posible elección como número uno junto a Peyton Manning en el draft de 1998, pero su comportamiento fuera del campo y su mala actitud llevaron a los Indianapolis Colts a elegir a Manning como número uno. Los San Diego Chargers se lanzaron a por Leaf y se arrepintieron desde el primer momento.

Leaf perdió el vestuario casi al instante y sus propios compañeros lo consideraban un imbécil egoísta. Tras registrar 36 intercepciones y sólo 14 touchdowns, los Chargers lo dejaron en libertad sólo dos años después.

Parte de la mística que rodea el infame fracaso de Leaf en la NFL es lo que vino después. Leaf cayó en las drogas y el alcohol, y fue condenado a una década de libertad condicional por delitos de drogas. En cuanto terminó, volvió a la rutina: robó en la casa de un jugador al que conocía, robó pastillas de una farmacia, violó la libertad condicional y se enfrentó a una serie de cargos por los que le pedían 50 años de cárcel, pero su vida cambió desde 2019 cuando se unió como analista de futbol universitario en ESPN.

JaMarcus Russell, QB

JaMarcus Russell destrozó la SEC durante su estancia en LSU y fue una superestrella en todos los sentidos de la palabra. Russell llevó a los Tigers a dos campeonatos de la Conferencia, al vencer a una Alabama casi invencible, y fue recompensado con el número uno del Draft de la NFL de 2007 por los Oakland Raiders.

La fuerza de su brazo y su envergadura física hicieron que los equipos se lanzaran por él, pero los Raiders lo eligieron como quarterback franquicia. Russell fue el primero de cuatro jugadores de LSU reclutados en la primera ronda.

Las cosas empezaron mal cuando se quedó fuera del campo de entrenamiento y empezó sólo un partido en su temporada de novato. Tras una deslucida marca de 7-18, los Raiders se deshicieron de él tres años después y nunca más volvió a pisar un campo de la NFL.

Akili Smith, QB

A veces, el auge y el fracaso son el resultado de la tormenta perfecta. Una tormenta así se estaba gestando en Cincinnati en el draft de 1999, cuando los Bengals aún no se habían recuperado de su fallida inversión en Dave Klingler. Akili Smith había rendido notoriamente por debajo de sus posibilidades en la universidad, en concreto en relación con sus bajas calificaciones académicas y su terrible rendimiento en la prueba Wonderlic.

Justo cuando los Bengals estaban buscando un quarterback, Smith tuvo una temporada histórica en Oregon, lanzándolo al centro de atención nacional. La falta de la debida diligencia llevó a un Cincinnati desesperado a elegirlo en el puesto número tres del draft.

Esas bajas calificaciones académicas ocultaban problemas subyacentes con su capacidad para aprender el libro de jugadas y terminó siendo liberado después de tres temporadas. Smith probó con los Packers y los Buccaneers antes de que un breve paso por la NFL Europa le llevara a la CFL. Tres partidos de exhibición bastaron para convencer a los Stampeders de Calgary de que le dejasen marchar.

Heath Shuler, QB

Su papel como uno de los mejores quarterbacks de la SEC llevó a Heath Shuler, de Tennessee, a terminar segundo en la carrera por el Heisman de 1993. Los Redskins pensaron que tenían un posible quarterback franquicia cuando lo eligieron en la primera ronda del draft de 1994, pero Shuler acabó perdiendo el puesto en favor de Gus Frerotte, que fue elegido en la séptima ronda como reserva de Shuler.

Tres años y sólo 13 partidos como titular más tarde, los Redskins traspasaron a Shuler a los Saints, que le dejaron marchar después de que una lesión en el pie desbaratara sus esperanzas allí. Tras dos operaciones y un traspaso a Oakland, Shuler se retiró de la NFL por la misma lesión en el pie.

Tras fracasar en su carrera en la NFL, Shuler volvió a la Universidad y se graduó en psicología antes de ser elegido miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en 2006 como demócrata de tendencia conservadora.

Brian Bosworth, OT

Una lista de ‘busts’ no podría ser completara sin incluir a Brian Bosworth. El único liniero ofensivo en la lista fue una fuerza de la naturaleza en Oklahoma. Al día de hoy, es el único jugador en la historia en ganar el premio Butkus más de una vez. Además, Bosworth fue uno de los pocos jugadores defensivos que fue mencionado en varias de las contiendas por el trofeo Heisman.

Tras ser expulsado del equipo después del Orange Bowl por sus payasadas fuera del campo y sus arrebatos mediáticos, ’Boz’ fue elegido con la primera selección global en el draft suplementario de 1987 y firmó el que en aquel momento era el mayor contrato de novato de la NFL, por 11 millones de dólares. Aunque su rendimiento en el campo fue bueno, aparte del famoso encuentro con Bo Jackson, Bosworth tenía los hombros de un paciente geriátrico y, tras sólo 24 partidos, se vio obligado a retirarse del fútbol americano.

Noticias relacionadas

NFL Draft

La vida después del Draft de la NFL

NFL Draft

El increíble dato que hace único al Draft de la NFL 2025

Pocos han hecho tanto ruido en el fútbol universitario como Brian Bosworth, del que se esperaba que alterara radicalmente la forma de jugar durante generaciones. Cuando se marchó de la NFL, no lo hizo con una explosión, sino con un gemido de dolor.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí