El boxeador Diego Pacheco enfrentará a Trevor McCumby en su camino a la gloria
Con apenas 23 años, Diego Pacheco se ha convertido en la nueva promesa mundial; este verano enfrentará al temible Trevor McCumby


A Diego Pacheco le gusta entrenar como si cada día lo estuviera haciendo para una pelea de campeonato mundial. Tiene 23 años, pero en su estilo de boxeo ya se asoma la paciencia de un veterano y la experiencia de alguien que sabe que en el oficio no basta con lanzar golpes: hay que construir una historia.
Este verano, Pacheco subirá de nuevo al ring. Su rival ya tiene nombre y antecedentes de sobra para encender alarmas: el estadunidense Trevor McCumby, un pugilista con manos pesadas y orgullo envenenado. En Las Vegas derribó a Caleb Plant, algo que no muchos pueden contar. Pacheco, sin embargo, no se intimida. Está acostumbrado a caminar sobre asfalto caliente. A ganarse el respeto en el intercambio de golpes.
Representatives for Diego Pacheco and Trevor McCumby have reached an agreement for a fight this summer, The Ring has confirmed. The news comes shortly after Pacheco's team withdrew from his WBC ordered fight vs Christian Mbilli earlier today. pic.twitter.com/Zhzla9JO9h
— Ring Magazine (@ringmagazine) April 7, 2025
Aunque la fecha y el lugar aún no están cerrados, el duelo está pactado. Será el siguiente escalón en su ruta hacia una oportunidad por el cinturón mundial supermediano, en una división donde nombres como David Benavídez o Canelo Álvarez siguen marcando el compás. Y aunque el joven californiano aún no ha compartido cartel con ellos, su sombra ya figura en las grandes veladas de la industria.
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Diego nació en el sur de Los Ángeles donde los días se mezclan entre camiones de tacos, grafitis y el eco inconfundible de la cultura chicana. Hijo de padres mexicanos, creció entre dos banderas. En casa se hablaba español, se escuchaban corridos, y la Virgen de Guadalupe vigilaba desde una repisa. Afuera, el inglés lo empapaba en la escuela, en la calle, en los entrenamientos.
“Represento a los dos”, ha dicho más de una vez. No es marketing: es identidad. Porque cuando sube al cuadrilátero con short tricolor y mezclando idiomas, lo hace como un hijo de ambas orillas. Un boxeador bicultural que inició peleando en Tijuana y aparenciendo en programas en California.
Su carrera se sembró desde temprano. En el circuito amateur fue ocho veces campeón nacional en Estados Unidos, destacando en torneos como los Silver Gloves. Pero también representó a Baja California en torneos , colgándose medallas y forjando su nombre en los gimnasios de ambos lados de la frontera.
Cuando debutó como profesional en 2018, muchos lo vieron como una apuesta a futuro. Alto para la categoría (1.93 m), con brazos larguísimos y una derecha venenosa, tenía todo para llegar lejos. Hoy, ese futuro ya está aquí: 23 victorias, 18 por nocaut, y una presencia creciente en la escena global.
Pacheco enfrentaría a Christian Mbilli, primero en la clasificación, pero desistieron de la subasta y optaron por McCumby.
It is very unfortunate that Diego Pacheco has pulled out of the process for the ordered fight vs Mbilli . The @WBCBoxing hereby cancels tomorrow purse offer .@MatchroomBoxing @eottm_boxing pic.twitter.com/p2esYZED8R
— Mauricio Sulaiman (@wbcmoro) April 7, 2025
Lo que distingue a Pacheco no es sólo su récord, sino la forma en que lo ha construido. En noviembre de 2023 noqueó al argentino Marcelo Cóceres con un gancho que hizo retumbar el YouTube Theater de Inglewood. En agosto de 2024 fulminó al polaco Maciej Sulecki con un golpe al hígado que pareció sacado del manual de Julio César Chávez. Y en enero pasado venció por decisión unánime a Steven Nelson, un invicto que llegaba con cartel de piedra dura.
Ahora, ante McCumby, se medirá a un peleador que carga pólvora en ambas manos. El estadounidense no es cualquier nombre: su carrera ha tenido pausas y regresos, pero ha mostrado que puede lastimar a boxeadores élite.
Fuera del ring, Pacheco es un joven reservado, enfocado. No hay extravagancia ni frases estruendosas. Le gusta entrenar en silencio, ver películas, comer con los suyos.
En Instagram suma más de 78 mil seguidores, pero su presencia no grita: comparte sesiones de entrenamiento y momentos con su familia.
Es un reflejo de su boxeo: elegante, pero sin alardes. Un perfil que recuerda a los grandes de antaño, cuando la historia se escribía con puños, no con polémicas.
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”Quiero ser campeón del mundo y pelear contra los mejores. Sea quien sea”. Por ahora, el próximo paso se llama McCumby. No será sencillo. Pero si Diego Pacheco gana, como ha hecho en cada combate profesional, el mundo del boxeo tendrá que reconocer lo que muchos ya ven desde hace tiempo: que este mexicoamericano alto y callado ya no es una promesa, sino una realidad.
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