Las sedes mexicanas del Mundial 2026 pasan de largo, por ahora, de la crisis con EEUU

“América dará la bienvenida al mundo. Daremos alegría y felicidad y eso no tiene precio”, aseguró Gianni Infantino, presidente de FIFA, el pasado 7 de marzo en la Casa Blanca. El mandamás presentó, junto a Donald Trump, el trofeo del Mundial de Clubes de 2025 y atestiguó la instauración del Task Force presidencial, comandado por Trump mismo, que tendrá la encomienda de vigilar la organización del máximo evento deportivo del planeta. La retórica de Infantino, no obstante, contradice el contexto actual, en el que las amenazas arancelarias y migratorias de la administración Trump han revuelto las relaciones de Estados Unidos con México y Canadá, sus dos vecinos y principales socios comerciales. El Mundial de 2026, del que las tres naciones serán co-anfitrionas, también navega por las aguas turbulentas.

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Trump suspendió la imposición de aranceles del 25% a los productos procedentes de Canadá y México, contemplados dentro del T-MEC, que ya habían entrado en vigor el pasado 4 de marzo. A partir del 2 de abril, también, la Casa Blanca confirmó que aplicará nuevos y recíprocos aranceles a ambos países, con quienes sostiene un tratado de libre comercio vigente desde 1994 y reformado en 2019. La pregunta surge: ¿La guerra comercial tripartita, que de acuerdo a la calificadora Fitch Ratings guiará a las tres naciones a una recesión, afectará la organización del Mundial de fútbol? “Creo que lo hará más emocionante. La tensión es algo bueno”, soltó Trump, sonrisa mediante, en compañía de Infantino en pleno Salón Oval. La tarifa como condimento deportivo. El republicano, además, nunca reiteró que la Copa del Mundo sería co-organizada; el italo-suizo se encargó de recordarlo en dos ocasiones.

México, Estados Unidos y Canadá compartirán el Mundial de 2026. De las 16 sedes en total, tres estarán ubicadas al sur del Río Bravo. El primer campeonato de la FIFA que se llevará a cabo en tres países en paralelo. No obstante, las crecientes tensiones han incrementado la incertidumbre. La cooperación trilateral, ahora más que nunca, se ha puesto en duda. En materia de seguridad, política y comercial, los tres países van en direcciones diametralmente opuestas. Los aranceles recíprocos ocasionarán que los precios de productos y servicios incrementen a triple banda. El impacto en diversas aristas de la vida pública y económica de los tres territorios sería masivo. Y es que los tres signatarios del T-MEC se intercambian, aproximadamente, 1.6 billones de dólares por año, de acuerdo a la Coalición para el Comercio de América del Norte. Datos de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en añadido, muestran que Canadá y México representan, en conjunto, el 30% de los bienes que la Unión Americana importó en 2024. Por el contrario, México vuelca el 82.7% de sus exportaciones en Estados Unidos, según información de BBVA Search. La co-dependencia es mutua. El escenario, claramente, no es el mejor de cara a un evento de tal magnitud y basado en la cooperación multilateral.

Las sedes mexicanas siguen con el plan

Pese a que los análisis económicos no son muy halagüeños, la tranquilidad prima en las sedes mexicanas del Mundial, según AS ha podido indagar. La conclusión, tras una ronda de consultas con tres comités organizadores locales en México y Estados Unidos, es que el Mundial sigue en pie según las planificaciones originales. No existe temor alguno de que Estados Unidos quiera excluir a México y Canadá del campeonato, ni un temor de que los aranceles incrementen los costos de organización y operación. Y es que las ciudades sostendrán múltiples eventos además de los partidos: Fan Fest, simposios, festivales, torneos paralelos. Además, impulsarán la creación de nuevos y sustentables espacios urbanos para que el Mundial genere un legado en las ciudades.

“La actual situación comercial entre México / Estados Unidos no afecta en nada la planificación para Monterrey de los cuatro partidos en nuestra sede. Tenemos un presupuesto que no se verá afectado por los aranceles y estamos trabajando de manera estable en nuestros objetivos de la sede”, trasladó la Host City de Monterrey a petición de AS. La ‘Sultana del Norte’ prevé que su Fan Fest convoque a dos millones de personas. Además, el Comité lanzará un programa de voluntarios de 7,200 personas con un esquema de capacitación y beneficios para cada uno. La Host City en la Ciudad de México respondió en la misma tesitura: las sedes en el país trabajan con normalidad. Nada ha cambiado.

Hacia el norte, en Nueva York, la Host City de NJ/NY, que organizará la gran final del Mundial, replica la posición de sus colegas en el vecino sureño. “Sí, la Copa Mundial de la FIFA 2026 sigue siendo un esfuerzo de colaboración entre Estados Unidos, Canadá y México. Todas las sedes, incluida NY/NJ, se centran en ofrecer una experiencia excepcional en su región, al tiempo que contribuyen al éxito general del torneo", explicó el Comité. El barullo comercial y diplomático no ha causado problemas presupuestarios a la Host City, agregó: “Seguimos por buen camino, y continuamos centrándonos en ofrecer una experiencia excepcional de la Copa Mundial de la FIFA 2026. Cada ciudad anfitriona gestiona sus propias operaciones y no hemos observado ninguna repercusión en los costes de nuestra región”.

Canadá y México organizarán, entre ambos, 26 de los 104 encuentros de la Copa del Mundo que arrancará en poco más de 440 días.

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