Alajuelense conquista la Copa Centroamericana en penales

Tras dos tiempos extras y una tanda de penaltis cardiaca, concluyó otra velada futbolística que quedará guardada en la memoria de Centroamérica, pues la Liga Deportiva Alajuelense volvió a levantar un título internacional tras resistir 120 minutos de drama frente a un Xelajú desatado que forzó dos capítulos complementarios tras el tanto de Juan Cardona al minuto 82.

El duelo comenzó con los Superchivos lanzados de picada sobre su rival, situación que obligó a Mora a activarse desde muy temprano: los ‘altenses’ presionaron, incomodaron y coquetearon con el primer gol en más de una ocasión, pero la historia tomó un rumbo distinto al minuto 72: un error de concentración local derivó en un penal a favor de Alajuelense.

Tras la expulsión de Freddy Góndola, Ronaldo Cisneros tomó el balón y, con sangre fría, lo mandó al fondo. El mexicano que se despidió de la Liga MX como parte del Chivas puso el 1-2 en el global y silenció el recinto de manera temporal.

Cardona incendia la noche

Pero la magia de las finales es que nunca están escritas. En el minuto 81, Cardona encontró un rebote dentro del área y lo reventó sin piedad. El estadio explotó. Xelajú revivía. La serie regresaba al 2-2 global y cada pelota comenzó a sentirse como una sentencia.

Los tiempos extra fueron un intercambio de golpes desesperados: Mora volvió a agigantarse con un atajadón ante López; mientras que Silva respondió del otro lado con una intervención crucial cuando los ticos amenazaban con liquidar.

Quirós entró para cambiarle el pulso al Xelajú y casi lo logra; Demetrius tuvo el gol para Alajuelense y lo dejó escapar. El cansancio pesó tanto como el miedo a equivocarse. La final pedía gritos, pero encontró silencios… entonces llegó el silbatazo final: penales.

La lotería, para los ticos

Desde el primer intento quedó claro que la serie la marcarían los arqueros: López abrió para los locales y Mora voló para detenerlo. Más tarde, Silva respondió frenando a Salazar. Entonces llegó Gamboa que cobró con frialdad absoluta para los rojinegros, cosa que mantuvo la ventaja viva. Quirós fue el último elemento de los Superchivos en festejar, pues Steven Cardenas fue frenado por un guantazo de Mora. Así llegó el momento definitivo: con la presión rozándole la piel, Villalobos tomó carrera y engañó a Silva.

Gol. Grito. Copa. Historia.

Alajuelense ganó por resistencia, por la experiencia de Borges, por el oficio de Hernández, el temple de Cisneros y, sobre todo, por el vuelo interminable de Mora.

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