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Djokovic y Wawrinka ganan y se verán en la final del US Open

Djokovic se clasificó al ganar por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-2 al francés Monfils. Wawrinka remontó por 4-6, 7-5, 6-4 y 6-2 ante el japonés Kei Nishikori.

Djokovic y Wawrinka ganan y se verán en la final del US Open
JEWEL SAMADAFP

El serbio Novak Djokovic y el suizo Stanislas Wawrinka se enfrentarán el próximo domingo en la final del Abierto de tenis de Estados Unidos buscando el último título grande de la temporada, tras las respectivas victorias que lograron hoy en las semifinales en Flushing Meadows.

Djokovic se clasificó para el partido decisivo después imponer su cordura y superar por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-2 al francés Gael Monfils en un partido singular que se estiró por dos horas y 32 minutos.

Wawrinka, su rival en esa final, se clasificó más tarde al remontar por 4-6, 7-5, 6-4 y 6-2 ante el japonés Kei Nishikori en un encuentro que se extendió por tres horas y siete minutos de duración.

"Ha sido un partido extraño", reconoció Djokovic al término del encuentro ante Monfils. "Supongo que siempre lo es cuando juegas con alguien tan impredecible como Gael. Estaba 5-0 en menos de 20 minutos y todo se sentía bien, sin complicaciones más allá de dos juegos igualados", destacó el serbio.

"Luego todo cambió. A veces no entiendes el juego, pero él es así. Creo que jugó el mejor tenis de su vida en este swing sobre pista dura y sus resultados así lo demuestran, así que para mí fue una gran victoria hoy", apuntó el balcánico, que pareció entrar en el juego del francés cuando parecía tener el partido encaminado.

"He tenido diferentes fases en el partido, debo admitirlo", confesó Djokovic. "Han habido momentos en los que he estado enojado, fases en las que me ha parecido entretenido lo que hacía Gael y fases en las que me enfadé conmigo mismo por permitirle que perturbase mi ritmo y mi juego", explicó después el número uno del mundo.

Monfils se defendió de las críticas que provocó su actitud en el juego. "Novak estaba jugando muy bien. Yo no estaba sacando bien. De repente me he visto rápidamente con el 5-0 y he decidido cambiar un poco las cosas. Quise tratar de meterme en su mente, crear algo diferente. Para mí fue necesario hacerlo", apuntó después. "Lo he intentado todo pero él ha sido mejor", sentenció el francés.

Djokovic alcanzó así su séptima final en Flushing Meadows, con dos victorias y cuatro derrotas, e igualó a Roger Federer y Jimmy Connors en número de últimas rondas en el Grand Slam disputado en Nueva York. Campeón en 2011 y 2015, el domingo buscará sumar su major número 13 en su final número 21, a uno solo de Pete Sampras y Rafael Nadal, empatados a 14, sólo por detrás de Roger Federer y sus 17 grandes.

En un año en el que logró su sexto Abierto de Australia y completó el Grand Slam con su victoria en Roland Garros, Djokovic tratará de seguir haciendo historia el domingo. Llegará fresco de piernas (tan sólo ocho horas y 58 minutos en pista), con un walk over en segunda ronda, tres partidos completos y dos con retirada del rival, además de la ventaja de haber disputado la primera semifinal.

Wawrinka, su rival en esa final, debió esforzarse un poco más y remontar su duelo ante Nishikori, sexto preclasificado.

"Es una locura estar en la final", declaró el jugador suizo. "Tengo muchas ganas de disputarla. He visto muchas finales aquí, con Roger, Nadal, también Djokovic. Hemos tenido grandes partidos con Novak y estoy seguro que la final será uno de nuestros partidos especiales. Ya lo fue en Roland Garros hace un año", afirmó en relación a la final que le ganó a Djokovic en París hace poco más de un año.

El suizo, que jamás ha perdido la final de un grande, tiene por delante la oportunidad de sumar su tercer título en un Grand Slan después de ganar el Abierto de Australia 2014 a Nadal y Roland Garros 2015 a Djokovic. Además, Wawrinka tiene en su poder una estadística demoledora: ha ganado las últimas 10 finales que ha disputado.

El campeón de dos grandes, de 31 años, necesitó darle la vuelta a un cruce que nació torcido para él. Nishikori no titubeó en el arranque del partido y rápidamente se hizo con el primer set ante un Wawrinka que falló más de lo habitual.

"Creo que todos sabemos que tengo muchos altos y bajos en partidos y a veces tengo que luchar contra mí mismo", reconoció Wawrinka. "Tengo que aceptar el sufrimiento cuando mi rival está jugando mejor. Me hace feliz ver que hoy he podido darle la vuelta a la situación, que he sido fuerte mentalmente", remarcó el helvético.

Así, Wawrinka reaccionó de forma extraordinaria. El número cuatro de la clasificación ganó el segundo set, empató el partido y consiguió cambiar la imparable dinámica de su oponente. Luego, y pese a la aparición de la lluvia, rubricó el triunfo ayudado por su mejor versión.

Campeón de tres títulos en 2016 (Chennai, Dubái y Ginebra), Wawrinka se enfrentará a Djokovic el próximo domingo con un cara a cara muy desfavorable (4-19), pero sabiendo lo que es ganarle al serbio una final de Grand Slam. Lo hizo en Roland Garros la temporada pasada. El número uno ya está avisado. El desafío no será fácil.

Novak Djokovic
Stan Wawrinka