BALONCESTO | ESPAÑA 76 - EE UU 82
El Team USA bate a España y vuelve a pelear por el oro
España, gracias a la defensa, no se descolgó nunca y llegó con opciones al último cuarto. Pero finalmente se impuso el talento de EE UU.
España, otra vez, luchó hasta donde pudo con Estados Unidos, esta vez en un nivel más terrenal que en los días de LeBron y Kobe Bryant, con un 35 por ciento de acierto en triples y cierta sensación de temor de sus jugadores en la pista.
El partido, con un perfil distinto al de Pekín (107-118) y a Londres (100-107), mucho más defensivo y trabado, con España dando mordiscos atrás, se fue al descanso 39-45 por culpa de un triple al final del primer cuarto de Lowry y otro de Klay Thompson, inspiradísimo, al filo de la bocina en el segundo. Era tal vez la diferencia real porque Estados Unidos había cogido la iniciativa en el marcador desde el principio.
Al principio lanzado por Durant, que hizo el primer mini-break (9-16) y luego por un especialista reputadísimo. Klay Thompson, uno de los mejores lanzadores del planeta, se marchó al descanso con 17 puntos. A Navarro su defensa se le hizo imposible en el segundo cuarto. Pero es que lo sería para cualquiera. Nacido en Los Ángeles, estrella de los Warriors, su mecánica de lanzamiento es supersónica. Indefendible. Él apagó una rebelión de casta de España, soportada por Gasol en el primer cuarto y que recibió otra vez las buenas noticias en el segundo de Willy Hernángomez, la gran aparición del torneo y la luz en el futuro para España.
España superó al inicio de la segunda parte otra situación límite, un 43-52, con un arreón que le acercó otra vez a cinco puntos (48-53). Pero se acercaba al más difícil todavía (50-61). Sólo Gasol, imperial otra vez, le mantenía ya en el partido con el evidente desgaste que eso suponía y que le costó incluso toparse con DeAndre Jordan, que se agigantó en la segunda parte. Aun así, Gasol dio otro recital. Canastas de todos los colores, orgullo en defensa, apoyo a sus compañeros. Pidió más a sus compañeros y fue líder hasta el final.
Navarro y Mirotic intentaron evitar lo inevitable con dos triples pero la maquinita de Estados Unidos no permitió ningún acercamiento serio. España no avistó en ningún momento la posibilidad de llegar a Estados Unidos, siempre hubo una barrera de más en el camino. A 1:32 del final, Scariolo decidió que ya era suficiente. Gasol, que como el resto de jugadores realizó un esfuerzo descomunal en defensa que veremos si no se paga el domingo (“estamos muy cansados”, admitió Reyes al final), se fue a descansar. Era la aceptación de la derrota de un equipo que se gastó todo lo que tuvo atrás y tal vez por eso perdió brillantez en eso que tantas veces lo ha hecho grande y que ha permitido elogios como los de Parker los últimos días (“me recordaron a los Spurs”). Esta vez fueron más soldados que genios. Hubo más compromiso que baloncesto.