España domina a Argentina y se enfrentará a Francia en cuartos

Los grandes no se deben marchar nunca y España, con un sensacional Rudy Fernández, ha pedido en el escenario que le alarguen un poquito más el último baile. Ganó con un gran partido a Argentina, uno de los más fieros competidores que existen, y ahora desafía a Francia con el recuerdo de la semifinal de Lille, Gasol (ojo a sus síntomas de cansancio) destrozando la ilusión de 27.000 espectadores en Lille y un país patas arriba. Un poquito más, España.

España superó un comienzo inquietante (0-8, con dos triples de Ginóbili, eterno) con un parcial espectacular de 22-3 que mandó el partido a una zona de confort gracias a esa aparición potente de Rudy, jugador con mil cosas buenas, básico para la salud de este equipo. Con 22-11, Oveja Hernández no esperó más y metió en cancha a Campazzo y Nocioni mientras Scariolo sentaba a Gasol, Mirotic y Ricky en un curioso movimiento de peones al que España respondió bien. Durante el segundo cuarto, y con la entrada el partido de Gasol, aguantó las distancias con relativa comodidad. Muy entero, fue capaz de llegar a los 16 puntos de renta y contuvo bien las acometidas de Argentina, empujada por el quilombo de la grada. Su hinchada, como su equipo, casi nunca se rinde.

El segundo tiempo empezó con un alley-oop made in la Penya de Ricky y Rudy más un triple de Gasol. Un tranquilizante 55-35 que, después de dos canastas de Llull, se estiró hasta un 62-40 con Nocioni andando por la cancha, extenuado después del esfuerzo de Brasil, y con Argentina buscando excusas en los árbitros, arrasada como estaba siendo. A 2.45 del final del tercer cuarto, Navarro fue descalificado por dos faltas técnicas en menos de un minuto. Un imprevisto que preocupó por un instante. Pero España, concentrada, jugó con mucho pulso. Con la seguridad de los mejores días. Argentina guardó jugadores para cuartos. El miércoles, más todo o nada. Un poquito más, España.