Planes para Semana Santa: España presume de sus 15 Parques Nacionales
La Red de Parques Nacionales de España es tan diversa como hipnótica y supone un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa.
No es una Semana Santa al uso. Ni puede serlo. La irrupción del SARS-CoV-2 ha provocado que estemos sometidos a restricciones de diversa índole, pero no es menos cierto que uno de los mejores planes, que reduce significativamente el riesgo sanitario, es disfrutar de lo que puede ofrecernos la naturaleza. En este sentido, España cuenta una imponente Red de Parques Nacionales que representan un mosaico de ecosistemas con una biodiversidad única en Europa.
La primera Ley de Parques Nacionales, aprobada el 8 de diciembre de 1916 consiguió, con sus únicos tres artículos, que España fuera uno de los países pioneros en Europa en la apuesta por la protección de la naturaleza. Esta ley recogía el concepto estético y paisajístico de parque nacional, bajo el que se declararon en 1918, los dos primeros parques nacionales españoles, el de la Montaña de Covadonga y el de Ordesa. El último en incorporarse a la Red, formada en la actualidad por 15 espacios de incalculable valor, fue el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en 2013.
Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (Cataluña)
Su principal seña de identidad corresponde a los más de 200 lagos o estanys, a los impresionantes riscos de ‘Els Encantats’ y a sus característicos meandros de alta montaña (las aigüestortes). Es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza: lagos, torrentes, cascadas, turberas, canchales, agrestes picos y frondosos bosques de pino negro, abeto, pino silvestre, abedul y haya, constituyen el hogar de multitud de interesantes plantas y fascinantes animales de origen alpino o boreal.
Parque Nacional Marítimo - Terrestre del Archipiélago de Cabrera (Islas Baleares)
A poco más de una hora de navegación desde Mallorca, el Archipiélago de Cabrera constituye el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados del Mediterráneo español. Desde 1991, el Parque Nacional Marítimo Terrestre cobija toda la riqueza natural de este conjunto de islas e islotes calcáreos: importantes colonias de aves marinas, especies endémicas y uno de los fondos marinos mejor conservados de nuestro litoral.
Parque Nacional de Cabañeros (Castilla-La Mancha)
Célebre por haber estado a punto de convertirse en campo de tiro, este parque refugio de grandes rapaces, cigüeñas negras y otras muchas especies en peligro de extinción es hoy uno de los rincones protegidos más valiosos de los Montes de Toledo, comarca situada en la submeseta meridional, en pleno centro de España, en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
Parque Nacional de la Caldera de Taburiente (Islas Canarias)
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, se caracteriza por ser un enorme circo de 8 km de diámetro con aspecto de caldera, donde múltiples erupciones volcánicas, grandes deslizamientos, la fuerza erosiva del agua y el tiempo han ido modelando su geomorfología, convirtiéndola en un escarpado paisaje con casi 2.000 m de desnivel. El paisaje de La Caldera de Taburiente está dominado por un circo de cumbre de 8 km de diámetro con desniveles de hasta 2.000 m, con una red de arroyos y torrentes espectacular y de gran fuerza erosiva. En este medio se han desarrollado una gran variedad de especies vegetales y animales, que incluyen un gran número de endemismos canarios.
Parque Nacional de Doñana (Andalucía)
El Parque Nacional de Doñana es un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa. Destaca sobre todo la marisma, de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas. En el Parque viven especies únicas, y en serio peligro de extinción, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico. Doñana supone la confluencia de un conjunto de ecosistemas (playa, dunas, cotos, marisma...) que dotan a este Parque de una personalidad única.
Parque Nacional de Garajonay (Islas Canarias)
La laurisilva canaria, un ecosistema relicto del Terciario desaparecido del continente como consecuencia de los cambios climáticos del Cuaternario, encuentra refugio en la zona de nieblas de las islas Canarias. Garajonay es en la actualidad la muestra mejor conservada de este ecosistema, albergando más de la mitad de los bosques maduros de laurisilva del Archipiélago. Otros valores del Parque Nacional son la diversidad de tipos de formaciones vegetales, el gran número de especies endémicas y la existencia de espectaculares monumentos geológicos, como los Roques.
Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia
Desde la ría de Arousa hasta la de Vigo se encadenan estas islas, emergiendo del océano y embelleciendo el paisaje marino con la magia de sus acantilados. En sus entrañas, en el fondo del mar, se guardan las más preciadas riquezas ecológicas de este Parque Nacional, custodiadas por los cañones de los antiguos buques aquí hundidos. Es sin duda un lugar donde descubrir los misterios y leyendas del Atlántico. Representa sistemas naturales ligados a zonas costeras y plataforma continental de la Región Eurosiberiana. Los acantilados, los matorrales, las dunas y las playas, así como los distintos fondos marinos (de roca, de arena, de concha…) crean un gran mosaico de ecosistemas en estas islas y las aguas que los rodean.
Parque Nacional de Monfragüe (Extremadura)
Monfragüe se encuentra aproximadamente en el centro de la provincia de Cáceres, en el triángulo que formarían las conocidas ciudades de Plasencia, Trujillo y Cáceres. Su eje vertebrador lo constituye el río Tajo a su paso por suaves montañas rodeadas de extensas dehesas. Monfragüe se ha ido consolidando como un verdadero santuario para observar aves. Todos los años, miles de turistas llegan a la zona para disfrutar del vuelo de las cigüeñas negras, alimoches, buitres o la rarísima águila imperial. Además, puede disfrutarse no solo de fauna en peligro de extinción, sino también de paisajes y vegetación incomparables.
Ordesa y Monte Perdido (Aragón)
Montañeros, naturalistas, científicos y turistas han ido cantado en los últimos siglos las excelencias naturales y paisajísticas que alberga este soberbio rincón de los Pirineos, un paraje donde las formas de vida y la hermosura se han recluido en calidad y en cantidad, hasta el punto de llegar a adquirir grandes proporciones. Domina su orografía el macizo de Monte Perdido (3.355 m), con las cimas de las Tres Sorores, desde donde derivan los valles de Ordesa, Pineta, Añisclo y Escuaín. Un paisaje de grandes contrastes: la extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, contrasta con los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa cañones y barrancos.
Parque Nacional de los Picos de Europa (Asturias-Cantabria-Castilla y León)
Representa los ecosistemas ligados al bosque atlántico. Los Picos de Europa presentan la mayor formación caliza de la Europa Atlántica, con importantes procesos cársticos, simas que llegan a más de 1.000 m, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos. Entre sus riscos habita el rebeco, en los tupidos bosques los corzos, lobos y presencia ocasional de algún oso. En el Parque habitan más de 100 especies de aves, entre las que destacan el pito negro y el urogallo, y entre las grandes rapaces el buitre leonado y el águila real. Pero aquí hay mucho más que paisaje, hay siglos de historia escritos en los pueblos, en los valles, en las iglesias, en las cabañas de los puertos y en sus caminos.
Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (Comunidad de Madrid)
La Sierra de Guadarrama forma parte del Sistema Central, una larga cadena montañosa, de 500 kilómetros de longitud, que cruza de este a oeste el centro de la Península Ibérica. Las condiciones de la Sierra, más fresca y húmeda que las mesetas, y su menor transformación por la actividad humana, han convertido a estas montañas en un privilegiado refugio de biodiversidad. En su medio físico destacan sus circos y lagunas glaciares y sus roquedos graníticos; entre sus paisajes vegetales, los ecosistemas de alta montaña y los extensos pinares de pino albar.
Parque Nacional de Sierra Nevada (Andalucía)
Siemprevivas, dedaleras, tiraña, manzanilla de la sierra, violeta de Sierra Nevada, estrella de las nieves, amapolas de Sierra Nevada y acónitos, forman parte de las más de 2.000 especies vegetales (66 endemismos exclusivos), de gran vistosidad y colorido, que viven en el Parque. Anfibios, reptiles, mamíferos, aves y una rica entomofauna (80 endemismos exclusivos), conforman la fauna de Sierra Nevada, especialmente ligada a los hábitats de la alta montaña. La cabra montés, habitual de las altas cumbres, es la especie más característica del parque.
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Castilla-La Mancha)
Las Tablas de Daimiel son un humedal prácticamente único en Europa y último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, antaño característico de la llanura central de nuestra Península. Es un ecosistema complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela en su confluencia, con la de un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño. Estos desbordamientos, favorecidos por la escasez de pendiente en el terreno, llevan emparejados el desarrollo de una potente y característica cubierta vegetal que constituye un excepcional hábitat para toda la fauna ligada al medio acuático.
Parque Nacional de Timanfaya (Islas Canarias)
De este lugar dicen que no es una tierra muerta, sino recién nacida. Aunque aparentemente desolados, estos abruptos paisajes han sido colonizados, principalmente, por el mundo vegetal. Predominan las tonalidades negras y rojizas de lapillis y arenas y las obscuras de las lavas basálticas, todo ello salpicado de manchas de diferentes colores pertenecientes a las numerosas especies liquénicas. No se puede olvidar su riqueza biológica y el gran número de endemismos vegetales y animales.
Parque Nacional del Teide (Islas Canarias)
Es el mayor y más antiguo de los Parques canarios. Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un extraordinario conjunto de colores y formas. No se puede olvidar su gran riqueza biológica, el extraordinario alto porcentaje de especies vegetales endémicas y la importancia en cuanto a número y exclusividad de su fauna invertebrada.