TELEVISIÓN

El 'Loco' Gatti tras pasar el coronavirus: "Nos curamos comiendo mandarinas"

El exportero regresó a 'El Chiringuito de Jugones' para recordar cómo fue su ingreso. Contó la llamada de Florentino Pérez: "Casi te vas del país y del mundo y le creí, de él creo todo".

Son muchas las personalidades famosas que han dado positivo por Covid-19 y han querido hablar después, públicamente, sobre su experiencia luchando contra la enfermedad. Y la del exportero Hugo 'Loco' Gatti ha sido especialmente cruda: el argentino, de 75 años, tuvo que ser hospitalizado en una clínica de Madrid, donde permaneció once días con un cuadro de neumonía bilateral provocado por el coronavirus. Afortunadamente, Gatti fue dado de alta a comienzos de abril y pudo volver a su casa para proseguir allí su recuperación.

Y este pasado jueves, el exguardameta y actual colaborador de El Chiringuito regresó al programa de Mega para contarle de primera mano a Josep Pedrerol cómo fue su paso por el hospital, donde, según ha revelado, estuvo "cerca de morir". El argentino acudió al centro tras la insistencia de su hijo Luca. "Fui a que me revisaran y me dijeron que me tenía que quedar ingresado", recordó. Y al principio, según ha confesado él mismo, se mostró bastante rebelde con el tratamiento: "Cogía las pastillas y las tiraba. Las enfermeras se daban cuenta".

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Pero finalmente, Gatti tomó conciencia de la gravedad de su situación. "Me di cuenta de lo que estaba pasando cuando me lo dijeron. En el hospital me decían que me iba mañana cada día. Me dijeron que estuve cerca de morir", rememoró el exfutbolista, "le preguntaba tanto a la doctora que me dijo que estuve cerca de morir".

La llamada de Florentino Pérez

Hubo otro elemento que contribuyó a que Gatti se tomara en serio lo que estaba pasando: una llamada del 'jefe', como llama el exportero a Florentino Pérez. Así se lo contó a Pedrerol: "Cuando me llama el 'jefe', Florentino, Dios, mi Dios, me dice: 'Loco, me dijeron que les rompías las pelotas, hacías líos y te querías ir, ¡pero casi te vas del país y del mundo! ¡Estabas para morir, Loco!'" Y al parecer, fue esto lo que le hizo entrar definitivamente en razón: "Y ahí lo creí, porque yo a Florentino le creo todo". "Me hizo darme cuenta de que podía haber muerto", agregó.

Gatti también le contó a Pedrerol que contó con el apoyo de su esposa en todo momento: "Mi mujer fue todos los días a verme. Ella me dijo que me veía muy mal". Pese a admitir que él no quería recibir esas visitas, la perseverancia de su compañera de vida fue inquebrantable: "Ella me besaba y yo le decía que estaba loca. Lo hacía con mascarillas".

Durante su charla en El Chiringuito, el argentino también tuvo alguna declaración sorprendente, como cuando se refirió a 'la razón' por la que, según considera él, acabó superando la enfermedad: "El paciente que estaba internado al lado me vio comer mandarinas y se enganchó. Yo creo que nos curamos comiendo mandarinas". Además, curiosamente, una de las cosas que más lamenta Gatti de todo el episodio es la pérdida del calzado con el que acudió al hospital: "Perdí las zapatillas de cábala. Fui con unas zapatillas y desaparecieron. Las quiero encontrar".

Pese a hacer gala en todo momento de la entrevista de su habitual buen humor, y de mostrarse ya en plena forma, Gatti reconoce haber quedado muy impactado por la experiencia. Cuando salió del hospital, además, las cosas no fueron fáciles tampoco. "Hay gente que me esquivaba y se apartaba. Cuando te atrapa el miedo te hace mucho más débil", reflexionó, "esto no es un chiste. Es grave. Estar encerrado tanto tiempo te vuelve loco".

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