Roland Garros se va de hora

En la madrugada del sábado al domingo, Novak Djokovic remontó ante Lorenzo Musetti y salvó la corona, porque defiende título en Roland Garros, y el número uno, que hubiera pasado a manos de Jannik Sinner de no haber ganado finalmente el serbio al italiano en los cinco sets y cuatro horas y 29 minutos de un partidazo que acabó a las 03:07. Ningún encuentro había terminado tan tarde en el devenir del torneo. Djokovic puede superar el récord de victorias en Grand Slams que comparte con Federer, con 369 (por delante de las 314 de Nadal), si también vence hoy en octavos, a una hora mucho más adecuada (no antes de las 16:00, Eurosport), al argentino Francisco Cerúndolo (25 años y 27º).

El encuentro de tercera ronda del balcánico, que tenía que haber empezado a las 20:15, lo hizo a las 22:38, porque, debido a la incesante lluvia que azota estos día París, la organización decidió colar antes en la Chatrier el Bergs-Dimitrov, aplazado en la jornada del viernes. Esta medida contravino la norma adoptada por los Slams, desde el pasado US Open, de no programar más de cuatro partidos en la pista central. “Qué batalla esta noche, o esta mañana. ¿Quién puede dormir ahora? Es imposible. Si tenéis alguna fiesta, yo voy”, bromeó Djokovic delante del público. Más tarde, en zona mixta, no quiso criticar a la Federación Francesa por el horario. “Tengo mis opiniones, pero no quiero estar hablando del calendario. Creo que algunas cosas podrían haberse manejado de otra manera. Hay belleza en ganar el partido a las tres de la madrugada si es el último del torneo, pero no lo es, así que tendré que tirar de todos mis genes jóvenes y tratar de recuperarme rápido”, añadió.

Quejas y debate

Quien sí se despachó a gusto en contra de la programación fue Casper Ruud, que terminó de jugar a las 01:00, con victoria ante el Etcheverry. “¿Se puede considerar el tenis uno de los deportes más duros del mundo? ¿Qué otros te hacen competir más de cuatro horas a las tres de la madrugada? Acabo de terminar mi partido hace dos. Después tengo que hacer bicicleta 15 minutos, atender a los medios, bañarme en hielo, ducharme, comer y luego recibir tratamiento”, se quejó el noruego. Iga Swiatek le secundó ayer: “Por lo general, tardamos unas cuatro horas en relajarnos. El trabajo no termina con el punto de partido. Debíamos empezar un poco antes”.

El negocio de las sesiones nocturnas manda y a Carlos Alcaraz no le gusta (”Prefiero jugar de día”, reconoce) por los mismos motivos que argumenta Ruud, que jugará contra Taylor Fritz en el último turno de la Suzanne Lenglen, con suerte sobre las 18:00. También este lunes, les toca a Alexander Zverev y a Holger Rune, que se medirán no antes de las 20:15. Más suerte tendrán Alex de Miñaur y Daniil Medvedev, cuyo duelo está podría comenzar alrededor de las 13:00. El debate está servido.

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