¿Por qué las puntuaciones de tenis son 15, 30 y 40 y cuál es su origen?

El tenis es uno de los deportes con más prestigio y pedigrí del mundo del deporte. Esta disciplina cuenta con numerosos aspectos que le proporcionan un aura diferente al resto de categorías. El silencio durante los puntos, los gritos, los descansos entre juegos… Estos son solo algunos de los pilares sobre los que se sustenta dicha categoría, que cuenta con alguno de los campeonatos más conocidos del mundo, como es el caso de Roland Garros o Wimbledon.

Entre todos los detalles que se deben tener en cuenta, hay uno que llama particularmente la atención a todos los aficionados de este deporte, y se encuentra relacionado con la puntuación. En vez de conseguir la recompensa de forma individual, como puede ser el caso de otras modalidades deportivas, en el tenis se consigue por 15, 30, 40… Detallamos lo que se debe saber acerca de esta circunstancia, una de las más relevantes del deporte de la raqueta.

¿Cuál es el origen de las puntuaciones en el tenis?

El mundo del tenis cuenta con varios y numerosos detalles que hay que tener en cuenta. Uno de los más importantes está directamente relacionado con las puntuaciones que se otorgan a los puntos que se consiguen durante un encuentro. En cada juego, llama la atención que el jugador obtenga las siguientes unidades: 15, 30, 40… Al contrario que en otros deportes, en los que se consigue la recompensa esperada de uno en uno, esta disciplina, muy diferente a las demás en muchos aspectos, también ha querido marcar distancia en este aspecto con el resto de categorías deportivas.

Para conocer su origen, tal y como apunta la cadena SER, hay que acudir a una circunferencia. A pesar de que no está confirmada esta teoría completamente, este concepto, muy importante en el mundo matemático, puede suponer la explicación por la cual los puntos del mundo del tenis se dividen en unidades como 15, 30 o 40. En este caso, se debe mencionar que un set completo serían 360 grados. Por esta razón, ganar un juego serían 60 de estos conceptos. De este motivo, se originarían los 15-30-40 que se conocen en la actualidad.

¿Por qué el tercer punto es 40 y no 45?

Este es otro de los detalles más interesantes que se deben tener cuenta. En este sentido, cabe mencionar que, a pesar de que para que la teoría basada en la circunferencia fuera completa, en vez del 40, el tercer punto debería estar en 45. De acuerdo con la información mencionada anteriormente, la razón esgrimida para que no se produzca esta situación está directamente relacionada con el canto de esta unidad.

En este sentido, se explica que el 45, cuando es pronunciado, es más largo que el 40. Hay que tener en cuenta que, en inglés, el primer número es cantado como ‘forty five’, mientras que el segundo es pronunciado como ‘forty’, lo que haría perder menos tiempo al juez de silla a la hora de hablar de este guarismo, que cuenta con una gran relevancia en el mundo del tenis en la actualidad.

Mesopotamia o el reloj, otras teorías alternativas

Por otra parte, cabe mencionar que la anterior no es la única teoría que explicaría el origen de los puntos en el tenis, uno de los elementos más particulares de esta disciplina deportiva. Además de la anteriormente mencionada, cabe resaltar la posible importancia que habría tenido Mesopotamia. Esta antigua civilización tendría como base el número 60, si se dividieran los puntos en esta base, se tendría lo siguiente: 15, 30, 45 y 60.

Asimismo, cabe resaltar que el reloj podría haber jugado un gran papel en el origen de estos conceptos, de gran relevancia en el tenis actual. En este caso, las unidades representarían los cuartos de un reloj, por lo que los guarismos que consiguen los tenistas al batir a su rival quedarían representados de la siguiente manera:

Por otro lado, cabe mencionar que otro posible origen de este concepto residiría en Francia. El país vecino habría tenido un papel fundamental, ya que se creó un juego conocido con el nombre de ‘jeu de palme’ (juego de palmas en español). En este caso, se señalaba a que el campo en el que se producía medía 60 metros. En el caso de que se consiguiera anotar, el jugador que lo conseguía estaba obligado a alejarse hasta 15 metros de la red. Así sucesivamente.