La exigencia de Ferrero con Alcaraz: “Necesita estabilidad para mantener ese nivel tan alto”

Poco después de que Carlos Alcaraz ganara Roland Garros y con la adrenalina aún por las nubes por la emoción de vivir una especie de déjà vu, porque él fue campeón como tenista en 2003, Juan Carlos Ferrero (Ontinyent, 44 años), entrenador del murciano, habló con los periodistas españoles. Fue en la zona reservada a jugadores en las instalaciones del Grand Slam francés, donde estaba el equipo, familia y amigos del murciano, celebrando el éxito de su chico.

“Estaba tocado, pero el día anterior se recuperó bien y ya sabíamos que iba a ser un partido igualmente largo el que iba a proponer Sascha (Zverev). Él tiene que ser un poquito más estable, para intentar encontrar su nivel natural más a menudo. E intentar terminar antes, si se puede”, advirtió el valenciano, que no rebaja nunca su nivel de exigencia con Carlitos. Al fin y al cabo, el deporte es mejora continua en busca de la excelencia.

No obstante, Juanki no podía estar más feliz, se le notaba en la cara. “Obviamente, estamos supercontentos, porque al final se encontraron soluciones a un partido que se le había puesto cuesta arriba otra vez al estar físicamente un poquito tocado, viniendo de jugar bastantes horas contra Sinner. Demostró esa madurez que tiene y las soluciones que al final solo encuentra él. El quinto fue a buscarlo, desde el principio se soltó, fue agresivo otra vez con la derecha, buscando pegar bien hacia delante, y no guardó nada”.

Después de los elogios, vuelta a los reproches constructivos cuando le preguntan por algunos de los rivales que tendrá en el resto de su carrera. “Hay jugadores que le pueden plantar cara, pero buscamos esa mejora. Que a nivel mental, tenga la estabilidad que nos gustaría para que pueda mantener ese nivel tan alto. Pero también es difícil mantener esa perfección cuando se juega a estos niveles, sabemos que es difícil, que vendrá con la madurez y hay que seguir buscándolo”.

El Open de Australia, en el punto de mira

Volviendo a sus recuerdos en París, Ferrero admite que para él Roland Garros “es un torneo muy especial”. “Al haber ganado aquí, he podido transmitirle a Carlos la experiencia que tuve en una final aquí. Y tener a tu pupilo que también lo ha podido ganar… Cuando nos hicimos las fotos con el trofeo en la pista, le dije que era muy especial el haber ganado aquí los dos, que era una historia muy bonita y que teníamos que estar muy orgullosos”.

Al técnico español le es difícil comparar la trascendencia de los torneos que ha ganado Alcaraz. “Wimbledon ya sabemos la dificultad que tiene por ser el torneo que es y por su historia y este, como bien ha dicho él, lo veía desde pequeñito por televisión porque muchos españoles han ganado aquí, yo entre ellos. Eso lo hace verdaderamente especial”. E inevitablemente surge el tema del próximo objetivo en cuanto a Slams, el Open de Australia. “Nosotros también se lo pediremos. Yo creo que hay que seguir mejorando, los Grand Slams son un objetivo, donde va a Carlos, se le tilda de favorito, y lo que hay que conseguir es esa soltura para que el favoritismo no pese y puede hacer su tenis, que es maravilloso”. Aun así, le ve margen de mejora. “Mucho, tiene 21 años, muchísimas cosas que mejorar, y en ello estamos. No está al ‘top’. Ni mucho menos”. Exigencia.

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