Djokovic bate el récord de cuartos que compartía con Nadal

Un poco malhumorado, como lleva todo el torneo, desde la rueda de prensa que ofreció el día antes del comienzo con un discurso derrotista, Novak Djokovic pasó por encima del hasta este domingo inquebrantable Juan Pablo Varillas en Roland Garros. La resistencia del peruano de 27 años y 94º del mundo, que había agotado los cinco sets en sus cuatro anteriores partidos de Grand Slam, se resquebrajó ante la grandeza del serbio: 6-3, 6-2 y 6-2 en 1h57.

Djokovic, enfrentado al público que le abucheó mediado el primer set por un gesto de enfado (“Gracias por vuestra presencia y por la energía positiva”, dijo, sin embargo, después), no se desconcentró y completó su mejor actuación en lo que va de torneo, como él mismo reconoció (“Este es, seguramente, el mejor nivel de tenis que he jugado”), para meterse por 17ª vez en cuartos de final, marca con la que bate el récord de todos los tiempos que compartía con Rafa Nadal (16), por delante de Roger Federer (12).

Tercer cabeza de serie este año, el balcánico no ha fallado nunca en los octavos de París (17-0) y desde 2010 ha estado siempre en la antepenúltima ronda. Es el que más veces consecutivas (14) lo ha logrado en un major, por delante de Jimmy Connors, que llegó 13 veces seguidos a los del US Open. Le espera, el martes, Karen Khachanov. El ruso de 27 años y 11º del mundo ganó al italiano Lorenzo Sonego (1-6, 6-4, 7-6 (7) y 6-1 en 3h29). El cara a cara es demoledor a favor de Djokovic (8-1), con una única derrota en la final del Masters 1.000 de París 2018.

Djokovic mostró contra Varillas un acierto notable con el saque. Jugó con un 80% de primeros servicios, con los que ganó el 84% de los puntos (47/56), con siete aces, para un total de 35 golpes ganadores y 20 errores no forzados. Solo perdió una vez el saque, en un primer set en el que su rival, entusiasta pero muy superado por un gran escenario en el que no había estado nunca.

Motivado

Nole, vitoreado al final del encuentro, se declaró “muy contento y motivado para continuar”, cuando Marion Bartoli le recordó en la entrevista postpartido que tenía ese récord de cuartos en solitario. “Eso significa que soy viejo”, bromeó. Sus conclusiones fueron positivas, por fin: “La cosa se va a poner más dura, con desafíos más grandes, pero me gusta la forma en la que estoy jugando y el modo en el que me siento, así que ya estoy esperando nuevos retos. Me siento mejor que en los últimos dos meses. Estos últimos siete o diez días son en los que mejor que me estoy encontrando desde Australia. Tengo que seguir adelante y no permitirme pensar muy lejos, pero voy por el buen camino”.