Una bailarina tampoco salva a Osaka de sucumbir en la tierra

Es cuanto menos llamativo que Naomi Osaka, una jugadora con cuatro Grand Slams en su haber y más de 250 triunfos como profesional, presente un balance de 35-30 sobre una superficie concreta. La tierra batida nunca ha sido la especialidad de la nipona, de 26 años y 197ª del ranking WTA, que en los últimos meses ha recurrido a una medida poco común: se ha puesto a trabajar de la mano de Simone Elliott, una antigua bailarina de ballet que trata de mejorar el movimiento de Osaka en pista. A pesar de ello, Naomi se despidió del Mutua Madrid Open en segunda ronda al caer con la rusa Liudmila Samsonova por 6-2, 4-6 y 7-5.

“Me ayuda con mi rango de movimientos, a ser más fluida. Creo que soy mejor al resto. Siento que estoy haciendo muchas cosas mejor, aunque los resultados no están siendo geniales. Es difícil centrarme en el progreso cuando sigo perdiendo en segunda o tercera ronda”, explicó en zona mixta una Osaka que afirmó haberse sentido “bien, aunque obviamente triste porque he perdido”. Son dos derrotas y una sola victoria en la presente gira de tierra batida para la japonesa, a la que siempre se le atasca el polvo de ladrillo (53% de triunfos en esta superficie).

Deslizarse correctamente es la gran tarea pendiente de Osaka en tierra, y de ahí la presencia de Elliott. Aunque la nipona asegura que hay más cosas en las que centrarse. “Creo que si viene como algo natural, que así sea. Si una bola va lejos, obviamente me voy a deslizar. Pero sinceramente no es esa parte para mí. Es más el toque, siento que llego a las bolas, pero no las estoy colocando bien”. Lejos queda 2019 para Naomi, cuando alcanzó los cuartos de final en la Caja Mágica, su techo en la cita. Samsonova, de 25 años y 17ª del ranking, que llevaba cuatro derrotas seguidas, apagó el intento de remontada de Osaka, que acabó cayendo en un igualado tercer set. La próxima rival de la rusa será la norteamericana Madison Keys, 18ª favorita, que se deshizo de la rumana Irina Camila Begu por 7-6 (3) y 7-6 (3).

La tercera jornada del cuadro WTA, la primera con las cabezas de serie en liza, tuvo además como gran reclamo a la número uno mundial, la polaca Iga Swiatek. Con Madrid siendo uno de los pocos torneos importantes que le quedan por ganar, Swiatek batió con facilidad a la china Xiyu Wang, 52ª del ranking, por 6-1 y 6-4 en 1h18. En tercera ronda le espera la rumana Sorana Cirstea, 30ª favorita, que ganó a la filipina Eala en dos sets. Maria Sakkari, por su parte, tampoco sufrió nada para quitarse de encima a la croata Donna Vekic (6-3 y 6-2). La próxima parada de la griega, sexta del mundo, será la norteamericana Sloane Stephens, verdugo de la belga Elise Mertens, 28ª cabeza de serie, en tres parciales.

La gran paliza del día se la anotó la estadounidense Coco Gauff, tercera favorita, que pasó por encima de la neerlandesa Arantxa Rus, 47ª, con un tremendo 6-0 y 6-0 en apenas 52 minutos. La joven norteamericana fue tremendamente efectiva, con seis de siete bolas de break ganadas, y accedió a lo grande a una tercera ronda en la que espera a la ucraniana Dayana Yastremska. Más complicado lo tuvo la tunecina Ons Jabeur, novena favorita y campeona hace dos ediciones. Jabeur, con Fernando Verdasco en su box haciendo las de técnico, necesitó de un tercer set para deshacerse de la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova (6-4, 5-7 y 6-3), y su próxima rival será la canadiense Leylah Fernandez.

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