Surrealismo en Madrid: Auger-Aliassime, a la final gracias a tres retiradas

Ayer mismo se escribía en este medio que daba la sensación de que al Madrid Open le ha mirado un tuerto en esta segunda semana de competición, y lo sucedido en la noche de este viernes no hace más que reforzar esta afirmación. Felix Auger-Aliassime, que llegó a semifinales sin jugar por el abandono del número uno Jannik Sinner, apenas disputó esta vez seis juegos antes de que Jiri Lehecka, ante quien se había retirado Daniil Medvedev, dijese basta (3-3 en 33 minutos). En este embrollo, como si fuese una telenovela, de problemas físicos ha prevalecido el canadiense, de 23 años y 35º del ranking ATP (ya es virtualmente 20º), que alcanza la primera final de Masters 1.000 de su vida. Para llegar al duelo por el título del domingo frente a Andrey Rublev (18:30, M+ y TDP), Auger-Aliassime ha necesitado terminar únicamente tres partidos, en lugar de los seis que la teoría dice que tendría que haber completado. Es el primer tenista que avanza en un Masters 1.000 de esta forma desde 1990.

Este dato tiene una vertiente más surrealista incluso: de los cuatro partidos que Auger-Aliassime tendría que haber completado esta misma semana para llegar a la final, únicamente ha terminado uno. El lunes, en tercera ronda, el checo Jakub Mensik se marchó al vestuario cuando caía 6-1 y 1-0. Un día después, Felix batió en octavos de final a Casper Ruud (6-4 y 7-5) y accedió directamente a semifinales ya que Jannik Sinner, su rival en cuartos, decidió no saltar a pista por problemas en la cadera derecha. Y, en la penúltima ronda, quien cayó fue el checo Jiri Lehecka, verdugo de Rafa Nadal en el torneo, que apenas duró seis juegos. El de 22 años y 31º del ranking mundial, en las primeras semifinales de Masters 1.000 de su carrera, sufrió unas dolencias en la zona baja de su espalda (antes del partido ya se vieron imágenes en la que le trataban aquel lugar) y, en el quinto juego del partido, no pudo restar ninguno de los saques del de Montreal. Lehecka se fue al vestuario e intentó continuar, pero al tercer punto echó rodilla a tierra, literalmente, y dio por finalizada la semifinal.

De una de las formas más extrañas que se recuerda, Auger-Aliassime ya está en la final de este surrealista Madrid Open, sobre todo en su cuadro masculino. “No creo que se trate de mí en este momento. Se trata de estos jugadores. Jannik tuvo que retirarse del torneo. Vimos a Carlos renunciar a Roma hoy. Son tiempos locos para la élite de nuestro deporte, retirándose de muchos torneos. Para mí es un ritmo extraño no haber jugado tanto y estar en la final. Puedo concentrarme en la primera semana que tuve. Jugué un gran partido con Casper. Me di la oportunidad de estar en los cuartos de final y luego sucedieron circunstancias locas. No hay mucho más que decir, excepto prepararnos para el domingo”, reconoció Felix, tercer canadiense en la historia que llega a la final de un Masters 1.000 después de Milos Raonic y Denis Shapovalov.

Renacido y sin Toni Nadal a su lado

Llegar a la final en la Caja Mágica supone un tremendo balón de oxígeno para Auger-Aliassime, que venía de un curso pasado durísimo: acabó 2023 con un balance de 23-19 y un título después de haber registrado un 60-27 y cuatro trofeos en 2022. La irregularidad y los problemas físicos hicieron al canadiense, que llegó a ser número seis del mundo, caer en el ranking, aunque este lunes volverá al top-20 por primera vez desde el 30 de octubre del año pasado. Y, con un triunfo el domingo ante Andrey Rublev (balance de 4-1 favorable para el ruso), subiría al 17º al ganar el primer Masters 1.000 de su vida. “Siempre he tenido batallas de tres sets con Rublev. Incluso en 2018, que yo era mucho más joven, pero siempre es entretenido. Siempre es una batalla dura. Tuve una pelea reñida con él en Róterdam este año, tuve algunos puntos de partido, así que espero que esta vez todo salga bien. Es un jugador que lucha duro y siempre está presente en cada torneo. Todos tenemos altibajos como jugadores, pero él siempre está ahí. Por eso lo volvemos a ver en una gran final como esta. Realmente se lo merece”, analizó Felix.

En este mismo torneo, además, el de Montreal confirmó que no trabaja activamente junto con Toni Nadal, con quien estuvo colaborando durante un año y medio. “Toni y yo seguimos en contacto, pero ya no forma parte activa de mi equipo ni viaja conmigo. Él siempre ha sido una gran voz y un gran añadido desde el exterior con mucha experiencia, pero no está de forma activa con nosotros esta semana”, comentó Aliassime el miércoles en zona mixta. “Por ahora, solo estoy viajando con este equipo. Mi entrenador, Frederic (Fontang), ha estado conmigo todo este torneo, con mi fisio, mis amigos y mi hitting partner. Mi padre también me ha acompañado más este año y estará conmigo en Roland Garros”, sentenció un jugador que, tras una semana de lo más surrealista, está a un paso del título más importante de su carrera.

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