Rinderknech sigue a su primo Vacherot hasta las semifinales

El grupo de WhatsApp de la familia de Valentin Vacherot y Arthur Rinderknech echa humo estos días. “Está que arde”, dice el segundo. Porque los primos están haciendo historia en Shanghái y su gente la está gozando. Este viernes, Rinderknech siguió a Vacherot, que lo celebró en la grada, al clasificarse para las semifinales del Masters 1.000 chino con un triunfo contundente ante Felix Auger-Aliassime: 6-3 y 6-4 en 88 minutos.

El sábado (no antes de las 13:00, Movistar+), el francés de 30 años y 54º del mundo se enfrentará en la penúltima ronda, primera vez que llega tan lejos en un torneo de esta categoría, a Daniil Medvedev. El ruso, que parece dispuesto a rememorar sus mejores tiempos, recuperó la consistencia que le hizo tan difícil de superar para vencer a Alex de Miñaur por un doble 6-4 en 1h53. Antes, sobre las 10:30, Val, como llama Arthur a su primo (26 años y 204º), se verá las caras, sin nada que perder, con Novak Djokovic.

Será un gran día para los Rinderknech y los Vacherot. También para el entrenador del monegasco, Benjamin Balleret, que es su hermanastro. “Hay 20, 25 personas en el grupo de WhatsApp. A todo el mundo le encanta el tenis y la madre de Arthur jugaba. Mi madre también, y la de Val era entrenadora de tenis. A todo el mundo le encanta este deporte. Me seguían y me apoyaron cuando jugaba. Ahora es igual para Val y Arthur. Básicamente, casi todo de lo que se habla es de tenis y sobre dónde, cuándo y cómo serán las próximas vacaciones”, relata el técnico en declaraciones que recoge la ATP.

Lo que ha conseguido Rinderknech no es tan sorprendente como el logro de Vacherot, que entró como suplente en la previa de Shanghái y es el segundo jugador con ranking más bajo que llega a las semifinales de un Masters 1.000. El jugador de Gassin lleva un tiempo demostrando que va a más. Este año ha ganado dos veces al número 3 del mundo, Alexander Zverev, en la primera ronda de Wimbledon y hace solo unos días en la tercera de Shanghái. También pudo con Ben Shelton (10º) en Queen’s y con Casper Ruud (13º) en Cincinnati. En el US Open eliminó a Alejandro Davidovich (18º) y en octavos del torneo chino, a Jiri Lehecka (19º). Su marca contra jugadores del top-20 es 7-3 desde junio. “Cambié mi cuerpo técnico. Hicimos algunos ajustes y trabajamos en algunas cosas diferentes. Y usamos las viejas también aquí y allá. Un poco de la mentalidad también. Feliz de que funcione hasta ahora”, comentó el galo en rueda de prensa.

“Seguí a mi primo”, dijo Rinderknech tras ganar a Auger-Aliassime con un 85% de puntos ganados con primeros servicios y un 65% con segundos, uno de los secretos de su éxito, el hecho de ser un muy buen sacador. “Él está superando todas las emociones y yo peleo por hacerlo igual y ser tan bueno como él. Esto está siendo increíble. Toda la familia nos está siguiendo desde casa y aquí hemos formado nuestro pequeño mundo. Val, Ben, yo y un amigo que está aquí. Hoy ha sido un buen partido para mí, estoy feliz por mi actuación y por haber ganado en dos sets y no acabar demasiado cansado para mañana”, resumió Arthur, que prefiere jugar, que pasarlo mal viendo los partidos de su primo. “No estoy acostumbrado a estar viendo a alguien y realmente queriendo tanto que gane. Fue mucho más fácil para mí estar en la cancha hoy”.

Medvedev, fantástico

Medvedev, tenista necesario para animar un poco la coyuntura actual de dominio absoluto de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner en el circuito, ilusiona de nuevo. El moscovita de 28 años y 18º del mundo hizo un partidazo para vencer a De Miñaur. Con una paciencia que no se le veía desde hace tiempo, sin quejas, centrado y muy preciso en sus golpes, Daniil dominó por octava vez en sus enfrentamientos (8-4) al australiano y jugará su semifinal número 50 en pista dura, 16ª de Masters 1.000 y segunda en Shanghái, donde fue campeón en 2019. Es el tercer jugador en activo que alcanza el medio centenar de semifinales, tras Djokovic (126) y Gael Monfils (51), en una superficie en la que lidera la lista de más victorias (298) desde 2020.

También llega Medvedev a las 50 contra top-10 (50-52) después de completar una actuación convincente. Con 27 golpes ganadores, 25 errores no forzados, acierto en la red (10/11) y anticipación para devolver los envíos del centelleante De Miñaur, se impuso en armonía con sus nuevos entrenadores, Thomas Johansson y Rohan Goetzke.

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“Estoy supercansado. Sabía que contra Alex los puntos iban a ser largos y ya habíamos tenido un par de ellos así en los tres o cuatro primeros juegos. Se veía que sería un día largo. Estoy feliz por la manera en la que jugué, siendo decisivo en los momentos importantes. Le pegué fenomenal a la bola y poniéndole mucha presión a él. El segundo set fue duro e igualado, pero me las arreglé para ser mejor en los dos últimos juegos”, resumió Daniil, que no se ve favorito ahora. “En un día concreto, puedes perder contra cualquiera o ganar a cualquiera. Se ha visto con Vacherot. Por supuesto, cuando juegas contra Sinner o Alcaraz, ellos son favoritos. Pero Jannik perdió aquí; sí, por retirada y con calambres, pero perdió. Ocurre. Aunque es más raro en él. No importa quién es el favorito. Honestamente, sí esperaba hacerlo bien aquí, porque en Pekín estuve muy bien. Saqué para meterle en la final, aunque perdí. Así que si sigo sacando para ganar partidos, llegaré lejos”, añadió con una sonrisa. Ojo con él, porque se le ve entonado y de buen humor.

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