Sube la tensión entre rusos, bielorrusos y ucranianos
Medvedev dice que los siente y que quiere la paz; Swiatek pide responsabilidad; Potapova la lía con una camiseta del Spartak y Sabalenka reprende al público estadounidense.
Después de vencer al español Alejandro Davidovich en los cuartos de final de Indian Wells (6-3 y 7-5), Daniil Medvedev, poco dado a opinar sobre el conflicto que mantiene su país, Rusia, con Ucrania, hizo una excepción, aunque tampoco se extendió demasiado. “Lo siento por todos los jugadores ucranianos y por lo que están pasando. Siempre dije lo mismo, estoy a favor de la paz en todo el mundo”, afirmó el moscovita cuando le preguntaron por unas declaraciones de Iga Swiatek.
“Si una bomba hubiera caído en mi país, no sé si podría seguir jugando. Creo que deberíamos centrarnos en ayudar a los ucranianos y no en si a los rusos y bielorrusos se les permite jugar o no. Los tenistas ganamos mucho dinero y tenemos la responsabilidad de dar ejemplo y hacer lo correcto”, dijo la polaca, partidaria de Ucrania en la guerra. La número uno del mundo habló de esto a colación de la retirada de Lesia Tsurenko antes de jugar contra la bielorrusa Aryna Sabalenka debido a un ataque de pánico causado por una conversación que la ucraniana tuvo con el CEO de la WTA, Steve Simon, sobre la posibilidad de que rusos y bielorrusos participen en los Juegos Olímpicos.
Swiatek aludió también en su contestación a la polémica suscitada por la rusa Anastasia Potapova, que antes de jugar su partido de octavos contra la estadounidense Jessica Pegula, salió a la pista con una camiseta del Spartak de Moscú. Una acción por la que ha sido amonestada por la WTA, al considerar que el gesto no es “aceptable ni apropiado”. Potapova ya presumió de esa indumentaria futbolera en el torneo de Dubái hace un par de semanas.
¿Una broma?
Por si todo esto fuera poco, la bielorrusa Aryna Sabalenka protagonizó un momento incómodo durante la entrevista que le hicieron en la pista 1 después de vencer en cuartos a la local Coco Gauff. “Vamos, lo sabía tíos, me queríais mandar para casa, lo sé”, dijo ¿en tono de broma? la número dos y campeona del Open de Australia.