Pegula abusa de la fatiga de Samsonova para ser campeona

Jessica Pegula, que ya partía con ventaja por categoría y ranking (3ª) en la final de Montreal, aprovechó además la fatiga acumulada y del día de Liudmila Samsonova para ganar (6-1 y 6-0 en 49 minutos) su tercer título, segundo de WTA 1.000 tras el que conquistó el año pasado en Guadalajara. La rusa de 24 años y 18ª del mundo había jugado dos horas antes el partido de semifinales aplazado en la jornada del sábado por culpa de la lluvia contra Elena Rybakina, cuarta de la clasificación, y acumulaba más horas en pista que nadie en el torneo (9 horas y 48 minutos). “Muchas felicidades a Liudmila y un gran aplauso para ella, porque ha jugado como cinco partidos en tres días. Descansa”, dijo, con elegancia, la ganadora, que reveló que su abuela paterna es natural de la ciudad más grande de Quebec, donde se disputó el evento canadiense.

Una lástima, porque no hubo final, fue un paseo para Pegula, estadounidense de 29 años, una de las tenistas más regulares del circuito y la mejor de su país. De hecho, desde que existe esta categoría, solo Serena Williams (13) y su hermana Venus (6) han jugado más finales de 1.000 que ella (3 con la de Madrid 2022). Por eso es merecida campeona. En lo que va de curso ha ganado 40 partidos y fue finalista en Doha.

Samsonova hizo lo que pudo (seis golpes ganadores y 22 errores no forzados), pero había tenido que ganar con mucho esfuerzo a tres top-15: Sabalenka (2ª), Bencic (13ª) y Rybakina (4ª) y se encontraba con otra, que había podido descansar hasta la final, que se jugó a las 17:30 hora local (23:30 en España). La prueba de que el encuentro no se disputó en igualdad de condiciones es que sus tres anteriores duelos se resolvieron en tres sets y esta vez Liudmila solo ganó un juego.