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TENIS | WTA 1.000 DUBÁI

Paula Badosa tiene una nueva oportunidad en casa

La española debuta el lunes ante la invitada suiza Sun (22 años y 202ª) en un cuadro durísimo, en el que le esperarían, si avanza, Ostapenko, Jabeur, Gauff, Swiatek y Sabalenka.

Paula Badosa, contra Leylah Fernandez en Doha.
IBRAHEEM AL OMARIREUTERS

Después de ganar un partido, con buenas sensaciones contra la pegadora estadounidense Ashlyn Krueger, y perder otro que inicio con un rosco a favor, ante la canadiense Leylah Fernández, esta semana en Doha, Paula Badosa tendrá una nueva oportunidad de continuar progresando en otra WTA 1.000, el de Dubái. La española juega en casa, porque tiene fijada oficialmente su residencia en la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos.

El lunes se enfrentará en primera ronda a la invitada suiza, de 22 años y 202ª del mundo, Lulu Sun. Se trata de una jugadora con poca experiencia en nivel WTA (3-5), pero que llamó la atención por su clasificación el pasado mes de enero para el cuadro principal del Open de Australia, aunque cayó en su estreno ante la italiana Elisabetta Cocciaretto.

Un cuadro muy complicado

Badosa no ha tenido fortuna en sus anteriores presencias en el Dubai Duty Free Tennis Championships, donde aún no conoce la victoria. En 2022 cayó en la segunda ronda (estaba exenta de la primera) frente a la rumana Elena-Gabriela Ruse. Y el año pasado, tampoco superó el primer escollo, al sucumbir contra la rusa Liudmila Samsonova. Esta temporada, la ocasión parece propicia para que acabe con su mal fario allí, aunque su rendimiento, debido a la lesión vertebral por la que estuvo medio año sin competir y que aún colea (se resintió en Hua Hin), es siempre una incógnita.

Si gana a Sun, le esperaría, probablemente, la cañonera letona Jelena Ostapenko; en octavos, la tunecina Ons Jabeur (residente también en Dubái); en cuartos, la estadounidense Coco Gauff, y en semifinales, Iga Swiatek, antes de una hipotética final ante su amiga, la bielorrusa Aryna Sabalenka. Un camino durísimo para el que, quizá, no está todavía preparada. Su objetivo es más a medio plazo, con la idea de competir sin dolor para recuperar su mejor nivel, aunque a veces le puede la impaciencia, como reveló en Melbourne: “Quiero llegar a la cima lo más rápido posible. Estoy trabajando muy duro”.

Rebeka Masarova y Cristina Bucsa, que aspiraban a acompañar a Badosa como representantes españolas, no pudieron superar en la previa. La cántabra cayó este sábado en la segunda ronda ante la australiana Storm Hunter (4-6, 6-4 y 6-2).

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