Noskova levanta dos bolas de partido para jugar la final ante Anisimova

La checa Linda Noskova (n.27) se clasificó este sábado para la final del Abierto de China tras derrotar a la estadounidense Jessica Pegula (n.7) por 6-3, 1-6 y 7-6(6), en dos horas y veintinueve minutos de un partido vibrante disputado en la pista central Diamond del complejo tenístico pekinés.

La joven jugadora de 20 años alcanza así su segunda final del curso, después de Praga, y evita una definición íntegramente estadounidense en Pekín.

En el primer set, Noskova marcó diferencias desde el fondo de pista. Rompió en el sexto juego tras un intercambio reñido y cerró el parcial con un ace que levantó al público en las gradas, casi repletas en el cuarto día de las vacaciones nacionales de octubre en China.

Pegula no dispuso de opciones de ‘break’ y quedó contra las cuerdas (6-3).

La reacción de la estadounidense llegó en el segundo parcial. Más agresiva al resto y castigando el segundo saque de su rival, encadenó cinco juegos consecutivos para imponerse con un marcador amplio (6-1), aunque el desarrollo fue menos desigual de lo que reflejaba el resultado.

El desenlace se resolvió en un tercer set marcado por la tensión.

Pegula desperdició hasta siete bolas de rotura -tres en el quinto juego y cuatro en el noveno- y llegó a sacar para partido con 6-5 hasta en tres ocasiones, pero la checa resistió.

En el desempate, la norteamericana salvó una bola de partido; sin embargo, Noskova se mostró más fría y cerró con 8-6 en su segunda oportunidad para sellar una de las victorias más importantes de su carrera.

La jugadora de Vsetín, que en 2024 levantó su único título hasta la fecha en Monterrey, se asegura con este resultado debutar en el Top 20 del ranking mundial y disputará su primera final en un WTA 1000.

En la definición se medirá a la estadounidense Amanda Anisimova (n.4), tercera cabeza de serie del torneo, vencedora en la otra semifinal frente a su compatriota Coco Gauff (n.3) por 6-1 y 6-2.

Anisimova desarma a Gauff

La estadounidense Amanda Anisimova (n.º 4) se impuso este sábado a su compatriota Coco Gauff (n.º 3) por 6-1 y 6-2 en las semifinales del Abierto de China, un duelo en el que la vigente campeona nunca encontró su tenis y quedó a merced de la potencia y agresividad de su rival.

En la pista central Diamond del complejo tenístico pekinés, con aforo prácticamente completo en el cuarto día de vacaciones por el Día Nacional, la sensación fue clara desde el inicio: Gauff no estuvo.

Sea por un problema físico, mental o simplemente por un día desacertado, la campeona de 2024 apenas dejó destellos aislados en un partido demasiado plano para lo que se esperaba de ella.

El primer set se inclinó de inmediato. Tras un arranque dubitativo de Anisimova, que dejó escapar un 40-0 inicial antes de cerrar su servicio, fue la propia campeona del Roland Garros este año quien cedió de inmediato su saque (0-2) y se vio arrastrada por una avalancha de errores no forzados, muchos de ellos a la red.

El 4-0 llegó sin resistencia y, aunque Gauff logró sostener un turno de saque en el 5-1, la superioridad de Anisimova fue abrumadora: 89 % de puntos ganados con su primer saque y dos quiebres convertidos para sellar el 6-1.

El segundo parcial repitió el guion. Anisimova, agresiva y letal al resto, encadenó un 5-0 de salida.

Gauff, empujada por una grada que celebró con entusiasmo su resistencia, logró romper el saque de su rival y evitar el rosco (5-1), y acto seguido sostuvo con orgullo un juego más (5-2).

Pero fue un espejismo: Anisimova, firme, cerró por 6-2 en menos de una hora de partido.

Las estadísticas confirmaron la diferencia: Anisimova ganó el 85 % de los puntos con primer saque, convirtió 5 de 8 bolas de ‘break’ y sumó el doble de puntos totales (59 por 30).

Gauff, en cambio, apenas rozó el 39 % de eficacia con su primer servicio y cometió más errores (19) que golpes ganadores (8).

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“Estoy superemocionada de estar por primera vez en la final aquí. Ha sido una semana muy especial, con muchos aficionados en cada partido, y me divertí mucho. Jugué muy bien todo el partido, todos mis golpes estaban funcionando. Coco es una rival durísima, así que estoy muy contenta de cómo jugué y feliz de estar en la final”, explicó Anisimova, de 23 años, que alcanza su tercera final WTA del curso y la primera en Pekín, confirmando el gran año que la ha llevado a ser subcampeona en Wimbledon y el US Open.

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