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TENIS | MIAMI

Nadie gana más que Sinner

El italiano supera en cuartos de final a Machac y se coloca como el tenista con más triunfos en lo que va de 2024. En semifinales se enfrentará al ruso Medvedev.

Nadie gana más que Sinner
AL BELLOAFP

Cuatro torneos disputados en el presente curso, cuatro veces en las que, como mínimo, Jannik Sinner ha llegado a semifinales. El italiano de 22 años y tercero del ranking mundial no falló a su cita tampoco en el Masters 1.000 de Miami, donde alcanzó la penúltima ronda tras superar con claridad al checo Tomas Machac, 23 y 60º, por 6-4 y 6-2 en 1h31. Con su triunfo, Sinner se convirtió en el primer jugador de la ATP que alcanza las 20 victorias en los que va de 2024, desempatando con Alex de Miñaur y colocándose en solitario como el más ganador del año.

JugadorBalance
1. Jannik Sinner (Ita)20-1
2. Alex de Miñaur (Aus)19-6
3. Daniil Medvedev (Rus)18-3
4. Grigor Dimitrov (Bul)18-4
5. Casper Ruud (Nor)18-5

No tuvo mucha piedad Jannik de Machac, que disputaba en Miami sus primeros cuartos de final de un Masters 1.000. El checo, que este próximo lunes será 43º del ranking (su mejor dato), estaba de dulce en el estado de Florida, donde previamente había superado a Andrey Rublev y a Andy Murray en una dura batalla. Jugándose ser el primer hombre de la República Checa que alcanzaba las semifinales de un Masters 1.000 desde que lo hiciese Tomas Berdych en Madrid 2015, los nervios le pasaron una mala jugada a Machac, que cometió 31 errores no forzados ante un Sinner mucho más disciplinado (13 fallos de este tipo) y que apenas cedió 14 puntos con su saque.

Y eso que, tras el break inicial del italiano, el checo respondió de inmediato con un contrabreak. Fue la única vez en la que logró hacer daño al resto, ya que desde entonces no volvió a gozar de una sola oportunidad de rotura más. Sinner, que hizo mucho daño con sus clásicos cruzados, dominó a placer a su rival, que está 0-4 en su carrera frente a top-5, para alcanzar sus séptimas semifinales de Masters 1.000. Son las terceras en Miami, donde siempre que ha llegado a esta fase ha acabado alcanzando la final. La única vez que cayó en Florida antes de la penúltima fase fue en 2022, y porque una ampolla le obligó a retirarse de su partido de cuartos ante Francisco Cerúndolo. Con 22 años y 223 días, es el más joven de la historia en alcanzar tres semifinales en Miami (supera los 23 y 214 de Jim Courier), un récord que puede ser evaporado mañana mismo por Carlos Alcaraz si supera a Grigor Dimitrov.

El transalpino puso así de su parte para que se vea la reedición de la final del año pasado, pues se encontrará con Daniil Medvedev que derrotó más tarde al chileno Nicolás Jarry por 6-2 y 7-6(7). “Físicamente me siento bien. Estoy feliz por competir. Entrenamos muy duro para estar en esta posición. Estoy realmente contento de que pueda estar otra vez en las semifinales aquí. Es un torneo especial, especialmente para mí, que jugué mi primera final de Masters 1.000 aquí. Feliz por otras semifinales”, explicó el pelirrojo tras su vigésimo triunfo del año. Ya puede afirmar que nadie gana más que él en 2024.

Duelo de altura y triunfo de Medvedev

En horario nocturno de partido importante, Nicolás Jarry tenía frente a sí una lucha de gigantes no solo por la indudable calidad de Medvedev sino también porque ambos tenistas miden nada menos que 1,98 metros. El único precedente entre ellos quedaba muy lejos: una victoria de Medvedev en Barcelona en 2019.

Jarry empezó con aplomo, exhibiendo seguridad en su saque y no dejando que le intimidara el escenario, pero Medvedev es uno de los rivales más rocosos del circuito, un tenista inagotable capaz de devolver golpes imposibles y que exige dosis extra tanto de paciencia como de precisión. Un 15-40 en su segundo turno al servicio supuso el primer desafío importante para el tenista chileno. Respondió bien salvando dos bolas de ‘break’, pero a la tercera mandó un revés a la red y perdió el saque (3-1).

Tenía Jarry a la mayoría del público a su favor y los fanáticos chilenos no dejaban de animarlo con gritos de “Vamos, Nico”. Sin embargo, estaba pagando carísimos sus errores ante un Medvedev impertérrito, implacable e imponente que no tuvo que afrontar ni una sola bola de ‘break’ en contra en toda la primera manga. A Jarry le pedía su equipo que arriesgara más, pero se volvió a atascar en algunos errores muy poco oportunos y, con una derecha que se le fue demasiado larga, perdió una vez más su servicio y Medvedev cerró el primer set en 32 minutos (6-2).

No bajó los brazos el chileno, que en el comienzo de la segunda manga pareció refugiarse con acierto en la combinación de saque y subida a la red. Medvedev seguía sin mostrar dudas, como un muro de hormigón sin una sola fisura en su superficie. Pero Jarry subió sus prestaciones desde el fondo de la pista, volvió a exhibir una gran fortaleza en su servicio, limitó sus errores no forzados y dejó claro que no se iría de Miami sin ofrecer una buena pelea. “Estate tranquilo, confía, que estás mucho mejor -le decía a Jarry su equipo-. Una a una. Vamos, vamos”.

Su primer gran momento al resto llegó con 40-40 y 4-4 en el marcador, pero Medvedev no entiende de relajaciones: soltó dos truenos con su saque y alejó cualquier peligro (5-4). Tuvo una opción aún más clara con un 30-40 y 5-5 tras un globo milagroso. De nuevo, el ruso también la salvó con una asombrosa solvencia (6-5). Claramente de menos a más a lo largo de la velada, Jarry llegó a salvar dos ‘match point’ en contra en un vibrante ‘tie break’ pero finalmente sucumbió ante un Medvedev que cerró una actuación muy sólida. Después de una hora y cuarenta minutos de buen tenis, el ruso accedía a semifinales.

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