Medvedev insiste: “No me gusta la tierra”
“Personalmente, soy feliz cuando termina la temporada de arcilla. Pero una vez más, intentaré hacerlo bien de todos modos”, dice el ruso.
Daniil Medvedev inició el miércoles su participación en el Masters 1.000 de Montecarlo con una victoria contundente ante el italiano Lorenzo Sonego (6-2 y 6-2) y buenas sensaciones, pero su historia con las pistas de arcilla está aún muy lejos de ser de amor. El ruso de 27 años insiste en que no es, ni mucho menos, su superficie favorita: “No me gusta la tierra batida, e incluso si gano partidos, prefiero las pistas duras. Aun así, haré todo lo posible para ganar todos los partidos”, dijo Medvedev después de su partido de segunda ronda. Antes, en la entrevista que le hicieron en la cancha, dejó una reflexión con aire de trabalenguas: “Cada bote es un mal bote, e incluso cuando es un buen bote, esperas uno malo”.
“Necesitas jugar de manera diferente, encontrar distintos ángulos, jugar más alto, el saque es diferente también. Además, debido a que hay malos botes, incluso si un oponente no saca tan fuerte, puedes tener problemas para restar”, explica el moscovita, que todavía tiene un balance negativo sobre polvo de ladrillo en su carrera: 19-23. Su mejor resultado en un torneo jugado en ese terreno lo obtuvo precisamente en Montecarlo hace tres años, cuando llegó a las semifinales después de ganar a Novak Djokovic, por aquel entonces, para perder después contra todo pronóstico ante el también serbio Dusan Lajovic.
En Roland Garros fue cuarto finalista en 2021 y esta temporada quiere que su suerte cambie, pese a su pertinaz animadversión por la tierra. “Personalmente, soy feliz cuando termina la temporada de arcilla. Pero una vez más, intentaré hacerlo bien de todos modos”.
Y ahora, Zverev
Este jueves (sobre las 17:00, Movistar+), Medvedev se enfrenta en octavos a un Alexander Zverev que parece haber recuperado el rumbo. “En tierra batida es mucho más difícil para mí sentir el juego. Después del partido, me es difícil para mí decir si jugué bien o no, pero me dijeron que jugué bien, y el marcador lo reflejó. Me sentí en control. Estoy muy contento. Esto me da confianza para el próximo partido. Va a ser difícil, una gran prueba contra Zverev”, concluyó.