La inesperada ocasión de Auger-Aliassime

Contra todo pronóstico, Felix Auger-Aliassime se enfrenta este domingo (18:30, La 1 y M+) a Andrey Rublev en la final del Madrid Open. Antes de que comenzara el torneo, el miércoles de la semana pasada, el canadiense no figuraba entre los favoritos para ser finalista y, mucho menos, proclamarse campeón. Ni siquiera se le consideraba como alternativa si fallaban los principales candidatos.

Pero el tenista de 23 años y 35º del mundo, que llegó a ser número 6 en 2022, avanzó por méritos propios en las dos primeras rondas, tras ganar a Nishioka y a Mannarino; y después la suerte se alió con él. Mensik se retiró por lesión cuando jugaba contra él en la tercera y después de completar en octavos su mejor actuación, ante Ruud, cabeza de serie número cuatro, no tuvo que jugar en cuartos por renuncia de Sinner. En semifinales, tras seis juegos, su rival, Lehecka, abandonó con problemas en la espalda.

“Para mí es extraño no haber jugado tanto y estar en la final. Puedo concentrarme en la primera semana que tuve. Jugué un gran partido con Casper (Ruud). Me di la oportunidad de estar en cuartos y luego sucedieron circunstancias locas”, dijo Auger-Aliassime, que juega su primera final de Masters 1.000. Para Rublev, campeón el año pasado en Montecarlo, es la quinta. Al ruso de 26 años, verdugo de Alcaraz, no le extraña ver en la final a Felix, a quien domina por 4-1 en el cara a cara. “Él solía estar entre los diez mejores. No jugó durante un tiempo el curso pasado. Ahora lo está haciendo cada vez mejor”.

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