Kvitova y una histórica Garcia se disputarán el título

Petra Kvitova, una de las mejores tenistas en activo por carrera y palmarés, está de moda en el circuito otra vez, a sus 32 años. Fue campeona hace casi dos meses en Eastbourne, sobre hierba, y el domingo, en Cincinnati, podría sumar su 30º título. Tendrá esa oportunidad porque este sábado remontó para vencer por 6-7 (6), 6-4 y 6-4 en las semifinales a la última esperanza de los estadounidenses, Madison Keys. Será la final número 40 para la checa, 28ª del mundo, que es virtualmente 20ª y sería 15ª si sale campeona contra Aryna Sabalenka o Caroline Garcia.

Lo curioso es que Kvitova nunca había llegado tan lejos en un WTA 1.000 USA (Indian Wells, Miami y Cincinnati) y eso que había jugado 11 en una categoría en la que acumula, con esta, 19 semifinales, 63ª en total (40-23). Uno de los secretos del triunfo de Petra, además de la resistencia para contrarrestar los ocho saques directos y la potencia de Keys, fue el alto porcentaje de puntos que ganó con sus primeros servicios (81,5%). Y cómo se agarró a la pista cuando, con 4-3 a su favor, salvó tres puntos de quiebre. “En Toronto jugué tan mal... Realmente no podía pelear, no podía encontrar el ritmo. Y de repente, ahora, estoy en la final”, reveló Kvitova.

Su último escollo será duro, porque se trata de Caroline Garcia, la jugadora que más victorias (26) ha cosechado desde el mes de junio. La francesa, de 28 años y 35ª, está en un momento dulce, más potente físicamente, y viene de ser campeona en Bad Homburg y Varsovia, gracias a esa racha de triunfos. El último, este sábado contra Aryna Sabalenka, en un partido que tuvo que posponerse dos veces por culpa de la lluvia.

El saque, gran arma

Garcia ganó a la bielorrusa por 6-2, 4-6 y 6-1 en algo más de dos horas de juego efectivo y es la primera jugadora que llega a la final de un WTA 1.000 desde la previa. También es la primera tenista de su país que juega por el título en Cincinnati desde que se enfrentarán en el último partido de 2008 Nathalie Dechy, que fue la ganadora, y Amelie Mauresmo. El saque, muy mejorado, le ha dado 275 aces en lo que va de curso (es líder en ese apartado).

Contra Aryna colocó ocho, un factor importante. No es la primera vez que aspira a un título en la categoría, pero hace cinco años que no lo conseguía, cuando fue campeona en Wuhan y Pekín en 2017. Lo que hizo ante Sabalenka, muy castigada otra vez por las dobles faltas (siete), tuvo mucho mérito, porque este era su séptimo partido en siete días (tres los ganó en el tercer set) y no lo acusó demasiado físicamente, aunque pidió tiempo un muerto médico. Ahora está cerca de volver a ser top-20 y acaricia un gran premio. “Supongo que nadie lo esperaba”, dijo con sinceridad.