El húngaro Marozsan (135º) elimina a Alcaraz, virtual uno
El húngaro de 23 años, un desconocido que jugó la previa, eliminó al español, virtual número uno, con una exhibición.
A veces, algunas veces, el tenis depara grandes sorpresas. Este lunes, a 13 días del comienzo de Roland Garros, Carlos Alcaraz se llevó una completamente inesperada en la tercera ronda Masters 1.000 de Roma. El español, virtual número uno del mundo (lo será oficialmente el próximo lunes), cayó ante el 135º, un completo desconocido que responde al nombre de Fabian Marozsan. El húngaro de 23 años, que entró por primera vez en el cuadro principal de un torneo ATP tras superar la previa, ganó por 6-3 y 7-6 (4) gracias a una exhibición excelente. “No podía imaginarme esto. Lo soñé anoche. Ahora es verdad. Ya dije que tenía que hacer algo especial, ganar algunos juego o un set y ahora acabo de vencer al líder , al mejor de nuestro deporte”, dijo en la entrevista postpartido.
Solo un jugador con peor ranking había superado a Carlitos desde que jugó su primer partido en marzo de 2021, el austriaco Alexander Erler, que era el 339º cuando pudo con él hace dos temporadas en Kitzbuhel, antes de que el tenista de El Palmar sucumbiera contra el 103º, Hugo Gaston, en París Bercy. Pero aquel no era el Alcaraz de ahora, ni mucho menos, lo que añade mérito a la gesta de Marozsan, porque, además, la actuación del murciano de 20 años no fue del todo buena (12 golpes ganadores), pero tampoco desastrosa (24 errores no forzados). Tras eliminar a Jiri Lehecka (32º favorito) y al ganador de 30 partidos y cuatro torneos este curso, se enfrentará el martes (19:00) en octavos al croata Borna Coric, que apeó a otro español, Roberto Carballés (7-6 (3) y 6-1).
Fabian es el primer jugador de fuera del top-100 que gana a uno de los dos mejores de la clasificación en el torneo italiano. Sin paños calientes, hay que decir que pasó por encima de Alcaraz en el primer set, algo que solo habían podido hacer en los dos últimos años contra el murciano Jannik Sinner y Felix Auger-Aliassime. Viéndole jugar no se entiende que esté tan abajo en el ranking, porque no tiene golpes malos, todos son correctos, le da mucha velocidad a la bola, domina la dejada al nivel de Carlitos y se mueve muy bien a pesar de su estatura (1,93 m), como Daniil Medvedev.
De hecho, su juego es parecido al del ruso, pero más estético técnicamente, con buena mano para volear cerca de la red. Y encima saca de maravilla. Por eso perdió solo seis puntos con su servicio, tres de ellos en el primer juego del partido, en el que tuvo que salvar un punto quiebre, su único apuro en toda la manga. También brilló a la contra, con un quiebre en blanco que le otorgo una ventaja que mantuvo con mucho temple. El parcial lo cerró con dos aces y otros dos saques que apenas pudo contestar Alcaraz.
Desesperación
Charly se rascaba la cabeza, atónito ante su incapacidad de hacer puntos al resto. Ahí no le encontraba fisuras. “Hay que subir el rally a diez (golpes)”, le decía su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Pero no había manera porque Charly no podía meterse en pista en los intercambios. Para colmo, tuvo que salvar un 0-40 gracias a cuatro errores de Marozsan, que casi no había fallado hasta entonces.
El impulso de ese esfuerzo positivo le hizo inquietar a su rival en el siguiente juego, pero no lo suficiente como para derribarlo. No solo eso, sino que acto seguido, el húngaro le puso contra las cuerdas vía un segundo break cerrado con un globo espectacular. Sin embargo, luego no pudo levantar un 30-40 y Alcaraz igualó el set. ¡Vamooooos!, gritó. Con el marcador en contra, Fabian no se arrugó y amenazó de nuevo al resto. Otra ocasión desperdiciada y a un desempate que inicio con clara ventaja Alcaraz (4-1) y que remontó con un 6-0 y pasmosa tranquilidad Marozsan. Tremenda exhibición que humaniza a Carlitos, quien ahora descansará unos días y pondrá rumbo a París para ejercer su papel de primer cabeza de serie y gran favorito en Roland Garros. Con permiso de Rafa Nadal, cuya participación sigue en el aire.