Dos gigantes con una asignatura pendiente en la tierra

Nadie discute, ni muchísimo menos, que Jannik Sinner y Daniil Medvedev son dos de los mejores tenistas del planeta. Sin embargo, ambos cuenta con un debe a lo largo de sus trayectorias: la tierra batida. La superficie arcillosa, con sus infinitas peculiaridades, se le ha atragantado a los dos, que afrontan este Mutua Madrid Open con la esperanza de dar un paso adelante. El italiano, en su primer Masters 1.000 como cabeza de serie número uno ante la baja de Djokovic, llega con un balance de 71-36 sobre polvo de ladrillo, un 66% de triunfos que se aleja de su 76% sobre pista rápida. En el caso del ruso, 72-44, 62% ante 74% en dura.

“Sinceramente, me siento bien. Siento que cada año disfruto más de las pistas de tierra batida. Cuando digo que disfruto, sé que mi juego es un poco más limitado que en canchas duras. En términos de lo que puedo hacer y en términos de, digamos, si juego un buen partido en pistas duras, sé que el 90% de los partidos los voy a ganar. En tierra batida, no es el caso. Cada partido es como 50-50. Pero sé lo que tengo que hacer por mi parte, lo que quiero hacer, y estoy intentando hacerlo”, explicó Medvedev durante el media day. El ruso, que logró en Roma el año pasado su primer título sobre tierra, tiene como segunda tarea pendiente el controlar su temperamento.

Sobre ello fue preguntado Daniil, que en Montecarlo protagonizó un incidente en el que acabó lanzando su raqueta contra el fondo de la pista. “Durante el partido, es muy difícil controlar las emociones. Realmente no me arrepiento. Es algo que pasó. Así reaccioné. Y desearía no haber reaccionado así. Así que veamos si la próxima vez sucede. No puedo prometer nada. Pero espero poder concentrarme más en el partido que en el error en sí”, dijo el moscovita, que, pese a sus palabras, durante su entrenamiento de este martes lanzó su raqueta contra el suelo.

Para Sinner, que vuelve a Madrid después de ausentarse en 2023, la cita de la capital tiene un extra de dificultad por sus condiciones. “Estoy intentando comprender un poco mejor mi juego sobre tierra, que es distinto al de otros torneos porque juegas en altura y la bola vuela más. He sufrido un poco en años anteriores para encontrar mi nivel aquí, así que va a ser interesante ver cómo voy a jugar”, dijo el italiano, al que Alcaraz proclamó “el mejor jugador del mundo ahora mismo”. “Es un enorme placer, pero, por otro lado, no va a cambiar nada”, despejó Jannik sobre su condición de primer favorito.

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