Djokovic gana al calor y a De Miñaur para quitarle otro récord a Nadal

Ni el calor, ni la fatiga y el ahogo que le produjo, ni Alex De Miñaur pudieron este viernes en Montecarlo con el gran Novak Djokovic. El serbio obtuvo ante el australiano una de esas victorias (7-5 y 6-4 en 2h04) que aumentan su leyenda. Exhibió de nuevo su casta de competidor pese a llegar casi al límite de sus fuerzas, en unas condiciones adversas para él, que ya acusó el jueves contra el italiano Lorenzo Musetti. “Ha sido duro para los dos. Él es uno de los jugadores más rápidos del circuito y te devuelve bolas que, normalmente, el 99% de los jugadores no pueden. Alex me dijo al saludarnos en la red que el partido le había parecido feo. Ambos cometimos muchos errores no forzados en el segundo set, pero una victoria es una victoria”, dijo el ganador.

Así alcanzó las semifinales del torneo monegasco por décima vez, primera desde que fue campeón en 2015. El sábado (no antes de las 15:30, Movistar+) se enfrentará al noruego Casper Ruud, que superó al francés Ugo Humbert (6-4, 4-6 y 6-1 en 2h05). El balance de sus enfrentamientos favorece al de Belgrado: 5-0 con dos duelos en pista dura y tres sobre tierra batida, el último en la pasada final de Roland Garros.

“Estoy muy feliz por volver a esta fase del torneo. Adoro este torneo y este club donde he entrenado muchos años. Se me hizo duro los últimos ocho años ganar aquí dos o tres partidos seguidos”, recordó Djokovic, que, de paso, batió otro récord. Ahora es, en solitario, el tenista con más semifinales de Masters 1.000: 77, una más que Rafa Nadal, con quien estaba igualado. Con 36 años, casi 37, el balcánico demostró, ante un rival que tiene 11 menos, que su resistencia no tiene límites. Incluso tras sufrir un revolcón en la arcilla monegasca, por un mal apoyo de su pie izquierdo durante la primera manga, se levantó y rindió a un nivel alto para adelantarse en el marcador.

Novak tiró de carácter y de calidad, sobre todo, en un segundo set loco, en el que hubo seis quiebres seguidos y que terminó ganando al resto, como no podía ser de otra forma en esa tendencia de inestabilidad por parte de ambos con su servicio. Djokovic, que en esta ocasión no tuvo enfrentamientos con el público, deshizo de esta manera la igualdad en el cara a cara con De Miñaur, que le había vencido el pasado mes de enero en la United Cup después de perder contra él en el Open de Australia 2023.

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