Badosa gana, pero no convence

Paula Badosa ganó este jueves por 7-6 (2), 4-6 y 6-2 en 2h51 a Laura Siegemund en la segunda ronda del WTA 1.000 de Miami. Y, aunque parezca contradictorio, no es buena señal, porque la española de 25 años y 29ª del mundo, que fue número dos hace menos de un año, sufrió más de la cuenta para vencer a la veterana alemana, de 35 años y 114ª, que lleva fuera del Top-100 desde octubre de 2021 y que tiene como mejor ranking el 27º puesto que alcanzó en 2016. No obstante, antes de este partido dominaba el cara a cara ante la española (2-2 ahora) y se mantiene en un envidiable estado de forma, aunque terminó con supuestas molestias en el muslo izquierdo.

Sea como fuere, Badosa avanzó, aunque el sábado en tercera ronda tendrá que mejorar muchísimo si quiere vencer a su próxima rival, Elena Rybakina, reciente campeona en Indian Wells, que pasó varios apuros para superar a la rusa Anna Kalinskaya en tres sets por 7-5, 4-6 y 6-3. Será el segundo enfrentamiento entre ambas en los últimos 15 días. En el Valle de Coachella perdió la española en la misma ronda.

Algo le ocurre al tenis de Badosa. Entre otras cosas, está sin dirección. Parecía que había elegido nuevo entrenador, el británico Joel Canell, pero en Miami aún no se le ha visto. Las instrucciones se la da a la catalana su pareja, Juan Betancourt, sentado en la grada junto a otra persona que hasta ahora no había aparecido en el equipo, probablemente un fisio. Y el juego no fluye, empezando por el saque. Nueve dobles faltas son muchas y penalizan, no necesariamente hasta el extremo de perder un partido, aunque sí dificulta la victoria. También fue llamativo el hecho de que Siegemund consiguiera cuatro breaks con otras tantas oportunidades. Paula no salvó ni un punto de quiebre. En el primer set tuvo un 3-0 a favor con dos roturas y acabó salvando los muebles en el desempate. Irónicamente, el segundo lo perdió jugando mejor. Y en el tercero, afortunadamente no perdonó a una Siegemund agotada.

Amor y concentración

Así, le será muy difícil competir con las mejores del circuito, como solía. Lo mejor de encuentro fuer la sonrisa que le sacó un espectador que en mitad del largo descanso de Siegemund para ir al baño después de primer set (11 minutos), le grito en inglés y en español “I love you, te amo”. En descargo de la española, hay que decir que tuvo paciencia y mantuvo la concentración cuando su oponente pidió tiempo muerto médico y se marchó al vestuario otros 10 minutos. Mientras, Badosa calentó con la ayuda de un recogepelotas, una situación un tanto surrealista, pero muy simpática. Al menos, no pierde la sonrisa. Ánimo.