TENIS | MASTERS 1.000 SHANGHÁI
Alcaraz suda para alcanzar su victoria 100 en pista dura
El español vence en dos disputados sets al chino Wu para volver a octavos. Lleva 50 triunfos este curso, 11 seguidos. Su rival será francés: Monfils o Humbert.
“Es de las pocas veces que he sentido que no he dominado todo el tiempo y he estado más centrado en lo que iba a hacer él en lugar de en lo que tenía que hacer yo”. Así resumió Carlos Alcaraz su actuación contra Yibing Wu este domingo en el Masters 1.000 de Shanghái, donde el español se las arregló para vencer con trabajo, paciencia y sudor por 7-6 (5) y 6-3 en 1h40 al chino de 24 años y 560ª del mundo, que estaría más arriba en el ranking de no haber sido por las lesiones.
El caso es que Alcaraz sigue en racha. Este año lleva ya 50 victorias, 11 consecutivas. Es el tercer jugador que alcanza el medio centenar de triunfos en 2024, después de Jannik Sinner (61) y de Alexander Zverev (58). Y el cosechado en China ante otro tenista local (el sábado pudo con Juncheng Shang) es la número 100 para él en pista dura. El martes se enfrentará en octavos, tope en el torneo que holló la temporada pasada, a un francés: Gael Monfils o Ugo Humbert, que se miden este lunes.
Respeto por los rivales
“Él (Wu) recuperó su nivel después de una lesión y con el que tiene, se merece estar arriba. Si sigue jugando así le veremos por aquí más a menudo”, dijo Carlos sobre su rival. “Estoy feliz de haberle superado. Estaba asustado, pero también más concentrado por ser la primera vez que jugaba contra él, que había ganado muy fácil, 6-1 y 6-2, a Jarry, impresionante, algo por lo que tenía que prestar atención para jugar mi mejor tenis. Es poderoso, juega con fuerza y no me sentía dominando el juego, algo que no me suele pasar”, insistió el murciano de 21 años en la entrevista pospartido de la ATP.
“De fondo tengo que jugar más duro. Él golpeó más fuerte que yo. También tengo que subir más y hacer más ganadores, y esta vez no pude, porque él estaba ahí todo el rato. Espero mejorar en las próximas rondas”, avanzó Alcaraz, que tuvo la virtud de prevalecer con cierta holgura pese a las dificultades que acusó, para llevarse un desempate que empezó con un 2-0 en contra en el primer set y encontrar por fin el quiebre, mediado el segundo. Una de las claves de su éxito es el respeto que siente por cualquier oponente. Algo que le ayuda y le engrandece al mismo tiempo.
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