TENIS | MASTERS 1.000 CINCINNATI
Alcaraz se mete en la final y retiene el número uno con épica
El español levanta un punto de partido en su épica remontada contra Hurkacz y se enfrentará este domingo (22:30) a Djokovic. Será primer cabeza de serie en el US Open.
Sin las mejores sensaciones ni su mejor tenis, por puro talento y arrojo, y tras levantar un match ball en el segundo set, Carlos Alcaraz remontó este sábado para vencer a Hubert Hurkacz (6-2, 6-7 (4) y 6-3 en 2h18). El vigente campeón de Wimbledon se resarció de la derrota sufrida en cuartos del Masters 1.000 de Canadá y jugará el domingo (22:30, Movistar+) la final del de Cincinnati contra Novak Djokovic, que pudo con Alexander Zverev (7-6 (5), 7-5) en la segunda semifinal, con bastante retraso sobre el horario previsto.
A trancas y barrancas, pero Alcaraz está ahí, en su octava final del año (6-1), 16ª de su carrera (12-3) y quinta de esta categoría (4-0), a las puertas de su sexto título del curso, que sería el 13º en total. Aunque es cierto que el murciano de 20 años se ha atascado un poco en los últimos partidos. Contando con los dos postreros que disputó en Toronto y los cuatro del Western & Southern Open, lleva seis consecutivos cediendo sets, algo que no le había pasado nunca en encuentros al mejor de tres. Hace unos días había superado a Hurkacz en dos sets. Con la lección bien aprendida, durante más de una hora y media el polaco completó una de las mejores actuaciones que se le recuerdan al ganador de Miami en 2021 y finalista en Montreal 2022, 20º en la clasificación. Se dejó la piel para resistir las embestidas de Alcaraz, corrió increíblemente bien para medir 1,96 y salvó con su poderoso saque todos los intentos de quiebre de los que dispuso el líder del ranking (0/7). Hasta se atrevió a imitarle con las dejadas y llegó a muchas de las que le hizo el prodigio de El Palmar.
El marcador del primer set, un contundente 6-2, fue un tanto engañoso, porque Charly, continuamente asesorado desde la grada por su entrenador, Juan Carlos Ferrero, no estuvo tan lejos de su rival. “Vete al lado contrario al que pienses”, le decía sobre la dirección que debía tomar para restar los zambombazos de servicio de Hubert. Pocas veces acertaba contra primeros. Aun así, tuvo bolas de break en tres saques de Hurkacz y se le escaparon por muy poco. El de Wroclaw estaba muy concentrado y agrandado cerca de la red. Ahí sí le vino bien ser un gigante.
El triunfo de la sonrisa
Tenía que seguir peleando Carlitos de manera quijotesca contra un molino de viento, a la espera de que errara. Sin embargo, este tenía un buen día y su acierto no disminuía. Mientras, aumentaba la ansiedad de Alcaraz, que trataba de sobrevivir con la terapia de la sonrisa, que tantos buenos resultados suele darle. Le sirvió para salvar un punto de partido y para remontar después en el desempate un 2-4. Solo Hurkacz sabe lo que se le pasó por la cabeza en esos momentos, con la victoria en la mano.
La inercia favorecía a Charly por su halo de ganador y por fin, al undécimo intento, encontró el quiebre que había buscado y que le facilitó una victoria épica, de número uno, con doble premio. Porque con su pase a la final esa posición no peligraba para Alcaraz. Djokovic, hiciera lo que hiciera, ya no podía recuperar el trono, ni siquiera siendo campeón. Así que el defensor del título en el US Open, será de nuevo primer cabeza de serie en Nueva York.