Alcaraz remonta con oficio ante Hurkacz para llegar a cuartos

Actuaciones discretas como la de este jueves en Toronto demuestran mejor que las brillantes lo bueno que es Carlos Alcaraz. De menos a más, sin jugar nada bien hasta el final del segundo set, y pese a un epílogo de encuentro inesperadamente errático, el español de 20 años y número uno del mundo remontó para ganar por 3-6, 7-6 (2) y 7-6 (3) en 2h38 al polaco de 27 y 17º, quizá el mejor sacador del circuito por potencia y colocación, penalizado por su usual blandenguería. Charly, que tampoco estuvo demasiado fino el miércoles en su estreno en el Masters 1.000 de Canadá, se las verá en cuartos, en la madrugada del viernes al sábado (01:00, #Vamos), ante el estadounidense Tommy Paul, que ganó por 6-3 y 6-2 en 93 minutos a su compatriota Marcos Giron.

El primer set se le escapó enseguida a Alcaraz. Seis errores no forzados suyos en los tres primeros juegos facilitaron bastante la escapada de Hurkacz, que levantó un 15-40 para colocar el 4-1 y mantener la ventaja hasta el final de la manga. No estaba cómodo el murciano ni sentía bien la bola en esos compases iniciales del duelo. Le había ocurrido ante Shelton, pero entonces supo solventar los problemas con ese oficio innato que tiene.

Su rival no le dejó hacerlo con la misma rapidez en esta ocasión y amenazó seriamente con decidir el encuentro gracias a un quiebre de salida en el segundo parcial. Charly reaccionó de inmediato, recuperó el sitio y después tuvo dos oportunidades de rotura que no pudo aprovechar para ponerse con un interesante 4-2 y servicio. Le tocaba seguir remando, dificultar los restos de Hubert y ser valiente. En progresión ascendente, Alcaraz hizo las cosas mucho mejor, aunque topó con una respuesta rápida y de calidad por parte de Hurkacz y tuvo que conformarse con asegurar el desempate. Había ganado los dos de su anterior duelo, el año pasado en Miami, y volvió a ser mejor en una suerte que frecuenta mucho el de Wroclaw.

Mejoría y pájara sin consecuencias

Crecido por el subidón del tie-break, Alcaraz arrolló a Hurkacz en la mayor parte de la tercera manga. Le rompió el saque en el 2-1 y lo hizo de nuevo para sentenciar, aparentemente, con el 5-2, después de un pasante cruzado de derecha tremendo. En esos momentos ya era Carlitos el invencible, animoso y divertido, en la cresta de la ola. Sin embargo, tuvo un fuerte bajón con muchos fallos, sobre todo de derechas, que le hicieron perder dos veces su servicio. Por suerte para él, solventó con algunas diabluras la comprometida papeleta en otro desempate. En racha de 14 triunfos, ahora, pese a las dudas, tiene motivos para sentirse candidato al título.