Alcaraz, de las dudas al primer plano en un mes
El español supera la presión por las expectativas, las lesiones de los últimos meses y vuelve a dominar en el circuito con tres torneos espectaculares.
Carlos Alcaraz ganó este domingo la final de Indian Wells ante Daniil Medvedev para obtener su tercer título de Masters 1.000 y recuperar el número uno del mundo. El día anterior se había deshecho de Jannik Sinner (7-6 (4) y 6-3), el italiano con quien mantiene una rivalidad que va para antológica. Con esa victoria en las semifinales y la de cuartos frente a Felix Auger-Aliassime, a quien no había podido ganar hasta ahora, el español de 19 años ya demostró que después de una época de dudas provocadas por las altas expectativas que generó y por las lesiones, está otra vez en el primer plano del tenis mundial. Su triunfo en el torneo refrenda esas buenas sensaciones que ha recuperado en poco más de un mes.
Carlitos no tuvo un final de 2022 precisamente fácil. La temporada había sido muy exigente para él desde el punto de vista físico, por la acumulación de torneos y partidos, y psicológico, debido al aumento exponencial de la presión que tuvo que soportar después de ser campeón en el US Open y convertirse en el líder del ranking más joven de la historia. Llegaron algunas derrotas, en la Copa Davis, Astana, Basilea y París. “Ahora juego con una diana en la espalda, todos me quieren ganar”, advirtió. En la capital francesa, además, se lesionó (desgarro abdominal) cuando jugaba ante Holger Rune. Adiós a los cruces de la Davis y a las ATP Finals.
El trabajo de recuperación iba bien hasta que se rompió de nuevo (músculo semimembranoso de la pierna derecha) durante un entrenamiento en enero. No pudo jugar en el Open de Australia ni reaparecer antes de Buenos Aires, el 15 de febrero Ganó el trofeo y estuvo a punto de repetir a la semana siguiente en Río de Janeiro, ante el mismo rival, Norrie. Una distensión en el isquiotibial derecho se lo impidió.
Regreso exprés
Se perdió Acapulco y apuró la recuperación para poder estar en Indian Wells, donde no se resintió. Es más, se sintió “muy bien”, como reconoció tras vencer a Sinner. Y, con la ayuda de su entrenador, Ferrero, maneja mejor la dichosa presión: “No pienso en que soy el favorito ni en que tengo que ganar todos los partidos. Solo en las cosas que debo hacer”. En la rueda de prensa posterior a la consecución del título, ahondó en el asunto: “Mi tenis no mejoró tanto desde el año pasado. Lo que mejoró mucho es mi manera de encarar la presión, de jugar relajado. Eso es para mí lo más importante. Es por eso que muestro un gran nivel, porque siento que ya no tengo presión. Disfruto. Estoy jugando relajado”.