Nadal, eliminado tras caer ante Auger-Aliassime

Rafa Nadal está eliminado de unas ATP Finals siempre esquivas para él, después de perder este martes contra Felix Auger-Aliassime por 6-3 y 6-4 en 1h57. El balear mejoró con respecto a su primera derrota, el pasado domingo Taylor Fritz, pero sus prestaciones no fueron suficientes para derribar a un oponente que en este momento de la temporada es uno de los mejores, si no el mejor, pese a que lo había contenido hace unos meses en Roland Garros. Hasta que fue frenado por Rune en, París Bercy, y Ruud, en Turín, hace un par de días, Felix estaba en racha de 16 victorias y tres títulos. En una pista dura cubierta y veloz, todo pasa demasiado rápido para un Nadal que llegó a la cita con déficit de ritmo y de partidos.

Rafa está fuera porque necesitaba un triunfo en dos sets de Fritz ante Ruud este martes, y el noruego se adjudicó el primer set del duelo. En caso de triple empate lo habría tenido complicado, porque sus números hasta el momento (0-4 en sets y 14-25 en juegos) no eran buenos dado el caso. Era una empresa muy complicada. Solo dos veces en la historia del torneo alguien avanzó a semifinales con una victoria y dos derrotas: David Nalbandian en 2006 y Kei Nishikori en 2016, aunque en aquellas ocasiones ambos ganaron cuatro mangas. Así, Carlos Alcaraz recibirá en los próximos días el trofeo que de número uno del mundo al final del año, porque el manacorí solo podía desbancarlo siendo campeón en la Copa de Maestros.

Nadal no mereció perder el primer, no por 6-3 al menos, porque había tenido dos situaciones de 15-40 antes de ceder el octavo juego por culpa de un par de dobles faltas y de un mal drive. Esas ocasiones de quiebre se le escaparon más por mérito de Auger-Aliassime que por demérito suyo. El chaval de 22 años y sexto ya del mundo, jugó esos puntos con frialdad y buenos saques. En uno de ellos, fue capaz de colocar un ace instantes después de recibir un aviso por demorarse en el servicio.

Luego no le tembló el pulso para cerrar el parcial, pese a que al DJ del Pala Alpitour se le escapó la música justo antes de que Felix iniciará el movimiento para enviar otro cañonazo. Rafa había jugado con valentía, restando cerca los primeros de su rival, para bloquearlos, y más lejos los segundos. También hizo saque-red en sus turnos para intentar acortar los puntos.

Mucho aplomo

Pero topó con un jugador en estado de gracia, muy mejorado y con una confianza que jamás se le había visto. En parte por los consejos de Toni Nadal, que estuvo en el box de su equipo. Esta vez, el tío y exentrenador de Rafael se decantó por el canadiense de 22 años y sexto ya del mundo, lo que no había hecho en París meses antes, cuando se mantuvo neutral al tratarse de un torneo tan especial para el ganador de 22 Grand Slams. En el inicio de la segunda manga, sofocó un nuevo intento de Nadal con otros dos aces después de un inquietante deuce. Acto seguido, cazó otro break que ya le ponía las cosas muy cuesta arriba al campeonísimo español. Y estuvo a punto de apuntarse otro con una ventaja para el 4-1, que hubiera sido ya un castigo muy severo para el manacorí. Luego despejó una nueva amenaza con el mismo aplomo con el que se deshizo de las anteriores. Y, con nervios de acero, abrochó un triunfo que entierra las ilusiones y la moral del más grande.