Dolor, magia y un empate: así han sido los Alcaraz-Djokovic
El español y el serbio se medirán este sábado en las semifinales de las ATP Finals. Ya se han enfrentado en cuatro ocasiones con igualdad de victorias.
Es una rivalidad extraña por sus características, entre un jugador de 36 años y otro de 20, destinada a no perdurar demasiado, pero que ocupará un espacio destacado en los anales del tenis. Hasta el momento, y con sus peculiaridades, todos los duelos entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz han contado con componentes de magia. También han sido sinónimo de exigencia, tanto física como mental, con momentos de debilidad a ambos lados. Y, por norma general, se han caracterizado por la igualdad: español y serbio se han enfrentado cuatro veces, con dos victorias para cada uno, y han agotado los sets en tres ocasiones. Su historia empezó en Madrid, en las semifinales del Masters 1.000 español de 2022, y continuará este sábado en Turín, en las semifinales de las ATP Finals (no antes de las 21:00, por Movistar+). El día del desempate.
La primera vez: semana de número uno
“Que alguien de su edad juegue con tanta madurez y valentía es impresionante. Se ha merecido la victoria”, le dedicó Djokovic a Alcaraz después de su primer enfrentamiento, el 7 de mayo de 2022. El español, aun con 19 años, venció por 6-7 (5), 7-5 y 7-6 (5) al serbio, que lideraba el ranking mundial. Fueron tres horas y 35 minutos de tenis excelso. Fue la enésima confirmación de que Charly ya estaba preparado para todo. El día anterior, había ganado a Nadal. Al siguiente, arrolló a Zverev (6-3 y 6-1) para proclamarse campeón del Masters 1.000 de Madrid. Contra Nole, jugó con cierta tensión, como él mismo admitiría tras el partido, por con mucha ambición. Así lo demuestran los datos: sumó 51 golpes ganadores y 57 errores no forzados. Un torrente de fuerza, una semana de número uno.
Roland Garros: el día de los calambres
Nunca se debe apostar en contra de Djokovic, pero ese día, el 9 de junio de este año, muchos daban como favorito a Alcaraz. Español y serbio se midieron en las semifinales de Roland Garros, el que terminaría siendo el segundo Grand Slam de la temporada para Nole, y la tensión pudo con Charly. El prodigio de El Palmar llegó a París como número uno del mundo y ya con los títulos de Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona y Madrid, pero nada importó contra Novak. El de Belgrado cuajó un primer set celestial y, pese a que Carlitos se llevó el segundo, cerró la victoria por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 en 3h23. Tras ganar la segunda manga, Alcaraz empezó a acalambrarse por los nervios acumulados, como él mismo admitió. “Sentí calambres por los nervios y la tensión de jugar con una leyenda como Djokovic. Nunca había sentido algo así en el pasado”, dijo sin excusas. Una derrota para aprender.
La revancha de Wimbledon
Alcaraz no tuvo que esperar mucho para poner en práctica lo aprendido. Un mes después de su caída en Roland Garros, el español se tomó la revancha en la final de Wimbledon. Y de qué manera. Charly llegó a la gira de hierba con sólo seis partidos sobre la superficie; Djokovic, en cambio, lo hizo con siete títulos en el All England Club. Los pronósticos, de nuevo, se rompieron. En este caso, a favor de Carlitos, que sí culminó su remontada: 1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6 y 6-4 en 4h42. De nuevo, Nole jugó un primer parcial impresionante. Con los apuntes en la mano, sin embargo, Alcaraz fue capaz de reaccionar. Todo pudo haber cambiado en la última manga, cuando Djokovic tuvo una volea franca para ponerse 2-0 arriba, pero era el día de Carlitos, que levantó su segundo Grand Slam hasta el momento.
Cincinnati, único precedente en pista dura
El último enfrentamiento entre Alcaraz y Djokovic tuvo lugar el pasado agosto en la final del Masters 1.000 de Cincinnati, con victoria para el serbio por 5-7, 7-6 (7) y 7-6 (4) en 3h49. No es un resultado baladí, pues es el único precedente en pista dura, la que este sábado acogerá las semifinales de las ATP Finals (en este caso, sin embargo, el partido será bajo techo y en condiciones más rápidas). Fue otra oda al tenis. En este caso, con remontada serbia. Djokovic, que sufrió mucho físicamente a lo largo del duelo, lo celebró rompiéndose la camiseta y gritando con todas sus fuerzas. “Ha sido increíble del principio al final. Hemos tenido buenos y malos momentos, golpes de calor, puntos increíbles, juegos pobres, remontadas… En general, uno de los más difíciles y más excitantes partidos de los que he formado parte”, describió. Este sábado, la historia continúa en Turín.
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