Djokovic vuelve a la final del Masters cuatro años después
El serbio gana a Fritz en dos desempates y está a un paso igualar el récord de seis títulos de Federer y de acercarse el número uno.
Novak Djokovic ejemplificó este sábado la consecuencia lógica de su extraña temporada, que comenzó tarde y en la que ha jugado menos partidos que muchos de sus competidores, por lo que tiene un extra de frescura. El que ganó por 7-6 (5) y 7-6 (6) en las ATP Finals ante Taylor Fritz fue el 48 (41-7), y le permite volver cuatro años después a la final del torneo, que es la octava para él (iguala en el tercer puesto de la tabla histórica a Boris Becker).
Tendrá la oportunidad, por la tanto, de igualar el récord de seis títulos que aún está en poder de Roger Federer. El último lo levantó en 2015, precisamente ante el suizo. Su rival, el domingo (19:00, Deportes por M+) será Casper Ruud, que pudo con Andrey Rublev. Si sale campeón, Djokovic tendrá a tiro el número uno en Australia, aunque necesitaría volver a ganar allí también y que Carlos Alcaraz no llegara a la tercera ronda. De paso, como alcanza invicto el último partido, se llevaría el mayor premio de la historia del tenis: 4,6 millones de euros.
“He tenido que luchar para sobrevivir. No me he sentido muy reactivo ni cómodo. Sabía que después de la batalla de ayer contra Medvedev iba a necesitar un poco de tiempo para ajustar y encontrar el movimiento dinámico que necesitaba ante uno de los mejores sacadores del circuito”, analizó Djokovic que tuvo la virtud de no perder la compostura en el primer set, ni siquiera cuando después de tomar ventaja de un break para el 3-2, la perdió en el siguiente juego, demasiado rápido. El balcánico continuó con su plan de juego, que pasaba por bajarle la mano lo más posible a Fritz, para que no pudiera golpear de revés muy por encima de la cintura, como hizo en el partido contra Nadal. El americano volvió a recuperarse inmediatamente de una situación peligrosa en el desempate, pero el astro de Belgrado, incólume, siguió a lo suyo hasta que con un zarpazo de drive paralelo, hizo bueno el primer punto de set del que dispuso.
Paciencia y sabiduría
Por eso fue extraño el inicio del segundo parcial, con un quiebre de Fritz, que metió más primeros y con ellos pudo dominar sus turnos de saque, menos el que debería haber resuelto para igualar el partido cuando había estado a dos puntos de conseguirlo en su anterior juego al resto. En ese momento, Djokovic tiró de “paciencia” y Taylor, que había perdido en sus cinco enfrentamientos anteriores, se atrapó con un sencillo revés a media pista que se topó con la red. El chico dejó caer la raqueta y, con ella, sus opciones de victoria. Porque en el tie-break, Nole cerró un triunfo que le pone a un paso del campeonato. “Encontré otra marcha, contuve los nervios y le hice jugar un golpe extra. Estoy feliz por haber sacado esto adelante, porque no fue mi mejor día en términos de tenis, pero aguanté”, reconoció el serbio, antes de enviar un mensaje muy claro a su siguiente rival: “Tengo mucha motivación y hambre. Queda un partido más, lo daré todo y espero poder ganar”.