Djokovic contra las cuerdas: depende de Sinner para avanzar

Hubert Hurkacz, primer reserva de las ATP Finals, le complicó la vida sobremanera este jueves a Novak Djokovic. El polaco jugó en lugar de Stefanos Tsitsipas, que se retiró el martes por una lesión en la espalda al poco de comenzar su partido contra Holger Rune. El griego, la lío parda en el Grupo Verde, porque dio opciones al danés y hubiera sido un enemigo aparentemente más sencillo para el serbio que el cañonero Hurkacz, un tenista letal en una superficie dura, rápida y a cubierto como la del Pala Alpitour de Turín. La cuestión es que Djokovic ganó por 7-6 (1), 4-6 y 6-1 en 2h05, pero depende de Jannik Sinner, que fue quien le complicó la vida en primer lugar el martes al vencerlo, para estar en las semifinales por 12ª vez en 16 apariciones.

Si el italiano, que con este resultado ya está clasificado, por cierto, pierde contra Rune en la sesión nocturna, independientemente del marcador, el número uno y vigente campeón quedará eliminado al tener peor balance de sets en el triple empate con ellos dos, que serán los semifinalistas. En la ciudad piamontesa se habla con sorna de un posible ‘biscotto’, un amaño entre los jóvenes aspirantes. “Sinceramente, no creo que vea el partido de esta noche, estaré con la familia, mi trabajo está terminado, ya mañana pensaré en si estoy clasificado o no para las semifinales”, aseguró el Djokovic.

Hurkacz, que no se jugaba nada porque no podía pasar con un solo partido disputado, fue un dolor de muelas para el de Belgrado desde el inicio del encuentro. Con una reata de saques directos (24 en total) dominó sus servicios sin excesivas dificultades y de no haber sido porque se cohibió mentalmente en el desempate por el cara a cara tan negativo que tenía con el balcánico (0-7 ahora), el drama de Novak podría haber sido mayor.

En la segunda manga, Hubert demostró personalidad cuando, después de adelantarse con el primer quiebre del duelo (en blanco), levantó un 15-40 con tres aces y un segundo saque excelente. Djokovic se había enredado de mala manera en ese aciago juego y su cara era de preocupación. “Hubert es un muy buen chico, muy querido en el circuito, muy amable y con un buen carácter. Todos le queremos. Hoy estaba muy contento por jugar contra él. Nos gusta como persona, pero no tanto como jugador, es un fastidio hacer frente a su servicio. Es muy difícil responder a sus saques, aquí hay mucha altitud y es una gran ventaja para un jugador como él”, explicó Djokovic.

Victoria incierta

La del tercer parcial fue ya otra historia. Novak sabía que no podía permitir que su situación empeorara y se puso en modo a prueba de errores (solo 13 no forzados en todo el choque contra 41 de su rival), rompió por fin el hasta entonces inescrutable servicio de Hurkacz, además en dos ocasiones, y cerró uno de los triunfos con consecuencias más inciertas de su reciente historia. Porque podría no servirle para estar en los cruces de la Copa de Maestros.

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