Alcaraz evita a Sinner en semifinales y acabará el año como número uno

El día no pintaba fácil este viernes para Carlos Alcaraz, que necesitaba ganar a Lorenzo Musetti o que el resultado del otro partido del Grupo Jimmy Connors le favoreciera para pasar a los cruces de las ATP Finals. El panorama se aclaró con la victoria de Alex de Miñaur contra Taylor Fritz (7-6 (3) y 6-3). Así, el español ya estaba clasificado para las semifinales, porque solo un éxito del estadounidense, combinado con una derrota suya, podía dejarle fuera. Faltaba saber si pasaría como primero o como segundo. Y si lograría el triunfo que necesitaba para acabar el año como número uno del mundo. Alcaraz no decepcionó. Ganó por 6-4 y 6-1 en 82 minutos y obtuvo una doble recompensa: evitar a Jannik Sinner e impedir que el italiano le quitara el liderato del ranking con el que finalizará su temporadón 2025. El sábado (no antes de las 20:30, Movistar+) se enfrentará al ganador del duelo del Grupo Bjorn Borg entre Alexander Zverev y Felix Auger-Aliassime. De Miñaur pasa de milagro y se las verá con Sinner (14:30).

Por primera vez en su carrera, Carlos alcanza las 70 victorias en un curso. Su balance desde el pasado mes de abril, cuando inició su gran escalada tras un inicio de campaña titubeante, impresiona: un 55-4 con siete títulos, Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen’s, Cincinnati, US Open y Tokio (había triunfado antes en Róterdam), y otras tres finales, Barcelona y Wimbledon, en una racha de nueve consecutivas. Esos números le han hecho líder del circuito en victorias y trofeos.

“Teníamos muy claro lo importante que era este partido y, sobre todo, las situaciones que podría vivir con los nervios. Que las cosas no salieran, que las sensaciones no fueran las mejores, pero sabíamos lo que había que hacer: estar fuerte mentalmente, esperar la oportunidad, estar muy concentrado con el saque y con ciertos tiros… Eso es lo que hice muy bien, estar tranquilo la mayor parte del tiempo”, analizó Charly.

De menos a más

El primer set, hasta el inicio de su último juego, transcurrió a toda velocidad, como si se tratase de un duelo de sacadores. Intercambios cortos y un buen ramillete de errores no forzados, sobre todo por parte de Alcaraz, que acumuló 14, diez de ellos con el revés. No sentía bien la bola el de El Palmar, pero a la hora de la verdad apretó los dientes y encontró la manera de romperle el servicio a un Musetti que estaba jugando bien, con variedad, pero que no fue capaz, cuando más lo necesitaba, de meter primeros. Así se apuntó el parcial Carlos, en la segunda oportunidad que tuvo, tras desperdiciar la primera con un fallo que fue un tanto grosero.

El enfado consigo mismo le pasó factura al de Carrara, que estuvo a punto de encajar un break en el inicio de la segunda manga. Cada vez más liberado, Alcaraz siguió presionando al resto frente a un oponente que cada vez acusaba más la fatiga de la acumulación de partidos en las dos últimas semanas (recuerden que jugó la final de Atenas). Lo evidenció al entregar su saque en blanco para el 3-1 a favor del ganador de seis Grand Slams, que no dejó lugar a la reacción tras salvar un 15-40 para poner el 4-1 y sentenciar después con un nuevo quiebre. A lo grande, como es él.

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