“El título de la Billie Jean King Cup debe ser el objetivo final”

Con el año 2025 encarando su recta final y con los tenistas iniciando su pretemporada para el 2026, Carla Suárez (Las Palmas de Gran Canaria, 37 años) atiende al Diario AS para hacer balance de su primera temporada como capitana de la Selección Española femenina, con la que consiguió disputar las finales de la Billie Jean King Cup tras 27 años de sequía. Su legado y su trabajo no pasan desapercibidos y le harán recibir el Premio Los Mejores de la Historia de la Cadena SER en su tierra natal, su querida Gran Canaria.

Este jueves recibe el Premio Los Mejores de la Historia de la Cadena SER en Las Palmas. Día especial en su Gran Canaria natal…

“Como siempre muy agradecida por el cariño que me han dado siempre y ahora el que me muestran una vez que he dejado de jugar al tenis. Agradecida de poder recibir este premio en casa y en presencia de mis padres. Estoy muy feliz y muy contenta”.

Imagino que estará toda su familia… Muy especial tenerlos este día, teniendo en cuenta también que vive lejos de la isla…

“Sí, exacto. Muchas veces me llaman para darme algún premio o porque les gustaría contar con mi presencia en algún galardón, pero no siempre puedo por calendario, trabajo o familia. Sí es verdad que para este reconocimiento he hecho un pequeño esfuerzo. Merece la pena ser agradecida una vez más, y además en un día en el que estaré acompañada de mis padres, que lo hace más especial”.

Un 2025 para enmarcar con este Premio Los Mejores de la Historia, la llamada para ser capitana de la selección y que Canarias reconozca su legado con el Premio al Deporte Canario…

“Sí, la verdad es que no me quejo. Siempre me he sentido muy afortunada ya que he podido vivir una vida muy privilegiada. Este 2025 ha sido bueno y positivo. Ojalá que el 2026 sea aún mejor”.

Un 2025 en el que concluye su primera temporada como capitana de la selección española, con la que alcanzó las finales de la Billie Jean King Cup. ¿Qué conclusiones saca del año y qué aspectos se lleva para mejorar en 2026?

“No es fácil clasificarse para las finales con este nuevo formato de la Billie Jean King Cup, y eso ha sido positivo. Aunque también pienso que España tiene un equipo que puede optar al título y ese debe ser el objetivo final. Saco bastantes conclusiones, pero el hecho de formar un grupo unido, un buen núcleo para que se sientan como una familia sería lo primordial para que haya compromiso entre ellas. Eso les va a facilitar mucho las cosas. Ya en la semana de competición intento ayudarlas lo máximo posible, facilitarles el trabajo para que compitan en plenas condiciones, y en ese trabajo estamos… Ojalá que las chicas puedan tener alegrías en el 2026, con España también”.

¿Cree que los resultados y, sobre todo, el impulso del pase a la final a 8 en abril son los cimientos de una buena época para la selección?

“Ojalá sean esos cimientos y que el comienzo haya sido un aprendizaje para ellas. Las chicas también son conscientes de que cada año hay que ganárselo. A día de hoy estamos esperando el sorteo para 2026, que eso también influye muchas veces con esa pequeñita ayuda de la suerte. Ojalá tengan esa ilusión de querer ganar la competición, que me consta que así es. Saben que nadie les va a regalar nada y que estaremos ahí para apoyarlas. Todo pasa por primero clasificarnos otro año más para las finales”.

En una entrevista con AS antes de la final a 8 decía que no tenía claro si prefería el formato a tres puntos o el clásico. ¿Lo tiene más claro ahora?

“Lo que tengo claro es que tengo que adaptarme a las reglas de la competición y lo que tenemos ahora. En abril se juega otra vez con el formato antiguo a cinco puntos, por lo que son más partidos y más puntos y tienes un poquito más de margen a la hora de remontar o de seguir currando según los resultados. Luego sí es verdad que en las finales volvería a ser a tres puntos. Lo único malo del formato a tres puntos es que todo va muy rápido y tienes muy poco margen, pero cualquier equipo puede ganar o perder en primera ronda y se iguala todo mucho más”.

Ha sido un año complicado para Paula Badosa por sus lesiones recurrentes. ¿Cómo se gestiona desde su posición de capitana la relación con la tenista?

“Sobre todo teniendo mucha comunicación con ella, siendo muy empática con ella, su cuerpo y su físico. Ella va marcando las pautas y tiene que ir dándose descansos. Me consta que está haciendo una buena pretemporada, que siempre es bueno para tener una base de cara a la temporada. Siempre he dicho que si Paula consigue estar bien física y mentalmente es una de las tenistas más peligrosas del circuito, pero es cierto que tiene que demostrarlo porque las mejores le llevan mucha ventaja, están cogiendo muchas experiencias y ganando torneos grandes. Es cierto que Paula puede competir perfectamente contra ellas, pero tiene que intentar conseguir cierta regularidad a la hora de competir y, sobre todo, que esté bien físicamente”.

El crecimiento de Jéssica Bouzas en esta temporada ha sido enorme…

“Sí, la verdad que Jéssica ha tenido un buen año, ha destacado en varias semanas de torneos grandes y eso le ha dado mucha confianza. Para nosotros ha sido una jugadora muy importante que nos dio dos puntos vitales en las eliminatorias de abril ante Brasil y República Checa para estar en las finales. Se ha ido ganando poco a poco el respeto de sus compañeras de equipo y, sobre todo, del circuito WTA, que es lo importante porque es donde compiten semana tras semana. Todavía tiene margen de mejora, pero es cuestión de tiempo y de tener paciencia. Con su entrenador, Roberto Ortega, está haciendo un buen trabajo, van mejorando detalles y ojalá que este 2026 todavía tengamos más alegrías con ella”.

A finales de noviembre volvimos a ver a Sara Sorribes en las pistas. Una gran alegría para el tenis español... ¿Ha podido hablar con ella?

“Sí, hablé con ella antes de que volviera al circuito en noviembre. Estuve en su casa viéndola entrenar y la verdad es que es una alegría inmensa. Ha sido muy positivo ver que se recuperara tan rápido. Sé que ha hecho un buen trabajo, sobre todo personal e interior, y habrá que esperar la decisión que tome para el 2026. Se le ve bien. Para mí como capitana es una jugadora muy importante que puede jugar individual y dobles con muy buenas garantías. En septiembre la echamos de menos y ojalá podamos contar con Sara para abril, pero sobre todo que la veamos disfrutar y sea feliz nuevamente en las pistas de tenis”.

La grancanaria Kaitlin Quevedo ha entrado con fuerza en el circuito. ¿Está en la órbita de la selección? ¿La ve preparada para dar el salto?

“He ido hablando con ella, la he visto en entrenamientos y en el ITF W100 DISA Gran Canaria que ganó. Sí que está en el radar y perfectamente puede formar parte del equipo en el 2026. Van cinco tenistas en cada eliminatoria, así que estaremos muy pendientes. Esta temporada ha dado un buen salto de ranking, pero sobre todo ha subido su nivel semana tras semana. Estará en el punto de mira para ver si podemos llamarla. Sería una buena noticia para ella”.

¿Cómo se vive el papel de capitana de la selección española?

“Tengo muy pocas semanas con las jugadoras, pero intento estar en contacto con ellas el mayor tiempo posible, ya sea preguntándoles o hablando con sus entrenadores para ver cómo se encuentran, los planes que tienen en el calendario, etc. Siempre que puedo intento ir a verlas competir, a veces es difícil porque están muy lejos y cada una en un torneo distinto, pero lo importante es mantener siempre ese contacto por teléfono al menos. Tengo una amplia lista de tenistas que voy contactando durante el año. Mi experiencia me enseña cuándo hablar o apretarles más, en qué momento darles algún consejo o más libertad. Con los entrenadores también tengo conversaciones cuando llegan las semanas claves en las que están conmigo para tener la máxima información posible”.

La Copa Davis de España fue un subidón para el tenis y un ejemplo de que existen muchísimos tenistas de calidad debajo del gran foco que acapara Carlos Alcaraz…

“Los chicos tuvieron un compromiso brutal y unos resultados increíbles. Hay buenos tenistas, pero es cierto que Carlos a veces acapara todos los focos y parece que no es suficiente. Los chicos y las chicas lo intentan hacer lo mejor posible y van por buen camino, pero en este país estamos acostumbrados a muchos títulos y números uno. Cuando estamos un poco por detrás a veces es complicado que los medios de comunicación les valoren de la misma manera. Lo importante es que desde la base y la RFET se haga un buen trabajo para apoyar a los jóvenes, además de tener más material y más oportunidades para que intenten ser profesionales”.

¿Cree que ese respaldo masivo que recibió España en las últimas finales de la Copa Davis se trasladará a que la Davis y la Billie Jean King Cup vuelvan a tener el apoyo que han tenido históricamente en España?

“Ojalá, pero el formato tampoco ayuda porque las finales se hacen en una sede única. Eso te quita la oportunidad de jugar en casa, y según cómo toque el sorteo tampoco juegas en casa las eliminatorias. Así es difícil enganchar al aficionado a la Copa Davis o a la Billie Jean King Cup porque no las pueden ver en directo. Es verdad que hay mucha gente que sigue los torneos en la televisión y me consta que esta Davis ha sido así gracias a los resultados ajustados e interesantes. Esperemos que la gente se pueda ir enganchando a este tipo de competición”.

¿De qué salud goza el tenis español? Parece que este año se ha crecido positivamente…

“La RFET está haciendo un buen trabajo, pero a veces es complicado que se vean los resultados. Se están haciendo esfuerzos en varios ámbitos y en impulsar torneos en España para que los jóvenes no tengan que desplazarse a otros países, pero es cierto que quizás nos falta un poco de base. Hoy en día es más complicado porque tienes mucha demanda de otros deportes. Chicos y chicas que antes se apuntaban a tenis quizás ahora se apuntan a pádel directamente. Toca absorber a los jóvenes para que vuelvan a practicar tenis e ir mejorando detalles e incluso mirarnos en países como Italia o República Checa… No podemos compararnos con países como Estados Unidos, pero quizás hay fórmulas que podamos copiar sin un desembolso grande para la RFET. Me consta que cada vez quieren mejor más y eso es esencial”.

Italia está recogiendo los frutos de muchos años de trabajo en la sombra…

“Es cierto que ellos tienen el Masters 1000 de Roma, que es propio de la Federación Italiana de Tenis, por lo que todo el dinero que generan pueden destinarlo a las estructuras de los jugadores jóvenes en la base. Tienen muchas ayudas a los jugadores profesionales y cuentan con un canal de tenis en abierto, que quieras o no se nota y engancha mucho. Tienen un sistema diferente que no podemos copiar al 100%, pero la RFET debe fijarse en lo que se pueda. A partir de ahí veremos si tenemos resultados a futuro o no. El tenis requiere tiempo y no vamos a ver resultados semana tras semana, es un proyecto a largo plazo”.

Tras un año de regresos en el circuito femenino. ¿Ha vuelto a sentir el gusanillo de coger una raqueta y apuntarse a algún torneo?

“Sinceramente no. Es cierto que me han llamado para algunas exhibiciones, pero no me sentía preparada. Tampoco me apetecía viajar, ponerme a jugar para que el público se lo pase bien, que las exhibiciones son para eso. No sé si me picará el gusanillo en este 2026, pero de momento la verdad es que no”.

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