Djokovic y Sinner, sexto episodio ahora en la Davis

Con Roger Federer retirado y Rafa Nadal fuera de las pistas hasta 2024, Novak Djokovic ha encontrado nuevas rivalidad en la generación de los 2000, la que encabezan Carlitos Alcaraz, el danés Holger Rune y el italiano Jannik Sinner. Con este último el duelo ha estado especialmente enconado en este 2023. El que protagonizarán este sábado en el marco de las semifinales de la Copa Davis entre Serbia e Italia (12:00, Movistar Deportes), en el Martín Carpena de Málaga, será su cuarto enfrentamiento de la temporada.

El anterior, tan pronto como el pasado domingo, cuando Nole se impuso al pelirrojo transalpino en la final del Masters con un contundente doble 6-3. Fue el segundo de sus dos pulsos en Turín, porque también se midieron en la fase de grupos. Ahí se llevó el gato al agua, por primera y única vez en este cara a cara, Sinner, que atravesó más dificultades: 7-5, 6-7 (5) y 7-6 (2). También se encontraron en las semifinales del pasado Wimbledon, triunfo en tres sets para el balcánico (6-3, 6-4 y 7-6 (4)). El All England fue precisamente escenario del choque más disputado entre ambos, un 5-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-2 en cuartos en 2022 para el Djoker. Todo comenzó en los dieciseisavos de Montecarlo hace dos años, cuando Novak le endosó un 6-4 y 6-2.

Igual que ha acabado superando en los registros a las otras dos patas del Big Three, el de Belgrado tiene sometida a esta nueva hornada. Sus balances tanto con Rune (3-2) como con Alcaraz (otro 3-2) le son favorables. Es la ley de Djokovic, que sin embargo no escatima en elogios hacia los que cree que van a “sostener este deporte” en los próximos años. Son “los próximos tres grandes”, dijo en las Finales ATP. “Es muy buen tipo. Tiene grandes valores. Necesita seguir adelante porque está en el camino correcto. Seguro que está ahí para ganar Grand Slams y para ser número uno del mundo”, desgranó su opinión particular de Sinner.

Enfado

De quienes no tiene tan buena opinión es de los agentes de la Agencia Mundial Antidopaje que velan por la integridad de la Davis. El serbio, y el resto del equipo, se negaron el jueves a pasar un control antes de los cuartos de final. Lo realizaron al terminar el cruce. “No tiene sentido hacerlo antes cuando voy a estar después. El agente se ha sentado en una de las esquinas y me ha seguido durante horas. Es indignante. Siempre he defendido los controles, pero tiene que haber límites”, explicó. Este sábado, a por Sinner, penúltimo obstáculo entre él y su segunda Davis.

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