Sinner es el motor de Italia
El transalpino lidera el pase de su país a semifinales de la Davis por segundo año seguido con sendas victorias en individuales y dobles.
La eliminatoria más temprana de las finales de la Copa Davis, el Italia-Países Bajos de este jueves, regaló al espectador uno de los mejores partidos de lo que llevamos de competición, con permiso del que se vivió ayer entre Lehecka y de Miñaur, no solo por lo visto en la pista del Martín Carpena sino también por el gran ambiente que lucían las gradas, copadas por las importantes parroquias de residentes y turistas de ambos países en la Costa del Sol. Finalmente, Botic van de Zandschulp, número 51 del ranking ATP, se impuso a Matteo Arnaldi, 44º, por 6-7 (6), 6-3 y 7-6 (7) en un partido que rozó las tres horas de duración. Los Países Bajos pasan a ser los favoritos su confianza en el dobles con dos especialistas de la talla de Wesley Koolhof y Jean-Julien Rojer.
Los Países Bajos eran conscientes de que gran parte de sus esperanzas pasaban por la raqueta de Van de Zandschulp, debido al excelente estado de forma de Jannik Sinner. Por lo tanto, poner el primer punto en la eliminatoria era crucial para afrontar el segundo partido con menos presión y llegar a unos dobles en los que aparentemente tenían superioridad. El plan de Paul Haarhuis, capitán de la selección neerlandesa, salió a la perfección aunque con más sufrimiento del deseado, ya que su pupilo tuvo que salvar tres bolas de partido.
Decepción para Matteo Arnaldi, uno de los descubrimientos de la temporada 2023, que tuvo control total del partido durante el primer set, que se adjudicó con un gran tie break. Sin embargo, se impuso la experiencia de un jugador como Botic van de Zandschulp, con más años dentro del circuito ATP. El italiano no supo cerrar el encuentro en el tie break del tercero y, en la primera bola de partido para el combinado neerlandés, se jugó una bola imposible para entregar en bandeja la victoria a sus rivales.
Debido a esta temprana derrota, Italia se veía obligada a ganar sus dos siguientes partidos si querían pasar a semifinales. Jannik Sinner, 4º, cumplió con su papel y siguió demostrando su excelso nivel en este final de temporada tras derrotar a Tallon Griekspoor, 23º, por 7-6 (3) y 6-1 en un partido que duró una hora y 15 minutos. El italiano tuvo problemas para romper el servicio de su rival en el primer set. Como ninguno fue capaz de distanciarse, la primera manga fue a un tie break donde el neerlandés se diluyó. Perdió claramente y, a partir de ahí, se fue del partido para ser apabullado en el segundo ante el empuje de un Sinner necesitado, que dio así aire a Italia
El dobles decanta la balanza para Italia
Filippo Volandri, el capitán italiano, quiso aprovechar la inercia de su gran estrella y decidió alinearle junto a Sonego en el dobles. Más dudosa fue la decisión de Haarhuis de quitar a Jean-Julien Rojer, especialista (18º del mundo) que iba a salir de inicio con Koolhof, otro muy versado en la modalidad (8º), para dar entrada a un Griekspoor mentalmente maltrecho. Y el resultado no le dio la razón, porque Sinner y Sonego, ninguno con perfil de doblista puro, mezclaron mejor y consiguieron la que es la primera victoria, al cuarto intento, del pelirrojo en esta variante en la Davis: 6-3 y 6-4 en 1h26. El triunfo coloca a los transalpinos de nuevo en semifinales, como el año pasado, y da cumplimiento a la primera premisa necesaria para que Sinner repita ante Djokovic, si Serbia se clasifica en la segunda eliminatoria del día, la final del pasado domingo en el Masters.
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