OPEN BARCELONA BANC SABADELL

Patrocinadores en tiempos de COVID, el seguro del Godó

De nuevo con el apoyo de Banc Sabadell, de las autoridades catalanas y de otros partners, el torneo superó su momento más difícil tras la cancelación de 2020.

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Medvedev y Thiem, en 2019.
Gorka Leiza

El Open Barcelona Banc Sabadell-Conde de Godó ha pasado por los mismos obstáculos que la mayoría de eventos deportivos una vez empezase la pandemia de la COVID-19 en 2020. La caída económica en muchos sectores y la recesión no han tumbado el torneo más emblemático de la ciudad de Barcelona, que ya alcanza su 68ª edición desde su puesta en marcha en 1953. "Seguir apoyando este torneo es un primer paso hacia la normalidad de la sociedad y la vuelta a las relaciones humanas del deporte y de cultura, aquello que nos hace felices", comentó Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell.

Al margen de la participación de su patrocinador principal, el torneo cuenta con el apoyo de las instituciones públicas catalanas, como la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, que siempre se han volcado con la celebración de un torneo que pone a la ciudad en el mapa mundial durante una semana. La organización ha conseguido mantener patrocinadores de otras ediciones, como Emirates, La Vanguardia, MAPFRE, Cepsa, Estrella Damm, Dunlop, Lacoste e ISDIN; y los media partners RTVE, TV3 y Movistar+, que se encargarán de dar cobertura televisiva al evento.

Al mismo tiempo, también ha sumado otros, una alegría para los organizadores. Un ejemplo es Orange, patrocinador oficial del torneo, CUPRA, con una flota de 22 vehículos híbridos enchufables que servirán como transporte a los jugadores, Font Vella, proveedor oficial de agua, y Vilarnau, que será el cava oficial del torneo.

En esta ocasión, y debido a las medidas de seguridad por la COVID-19, solamente un máximo de 1.000 espectadores podrán acudir al Real Club de Tenis de Barcelona, lo que le quitará ese encanto al torneo en el que deportistas, famosos y gente de la política y del sector empresarial catalán y español se dejaban ver por su village. El formato ahora será diferente en un Godó atípico.