Paula Badosa tuvo que reiniciar el jueves su ya de por sí severa cuarentena tras conocer que había dado positivo en el control diario que le hicieron en el hotel Grand Hyatt de Melbourne, donde esperaba pacientemente y sin poder salir de la habitación a que pasaran los 14 días de encierro obligatorio antes del comienzo de la competición. En su vuelo se detectó un positivo por COVID (el del entrenador de Bianca Andreescu, Sylvain Brunneau), y a todos los ocupantes del avión se les denegó la posibilidad que sí tienen otros tenistas de salir durante cinco horas por jornada para entrenarse.

Badosa se quejó de que no habían sido avisados de esta norma y lo contó en AS. Horas más tarde, y ante algunas opiniones que le tachaban de egoísta, la española escribió una breve declaración en redes sociales a modo de disculpa, muy bien recibida por los medios australianos: "Por favor, no me malinterpretéis. La salud siempre es lo primero y me siento agradecida de estar en Australia. Las medidas preventivas y de cuarentena son fundamentales en este momento. Hablé de reglas que cambiaron de la noche a la mañana, pero comprendo la triste situación que estamos viviendo. Lo siento chicos. Manteneos a salvo. Amo Australia".

El caso es que Badosa, que fue trasladada a otro hotel destinado para los personas involucradas en la gira de tenis australiana que se hayan contagiado, tendrá que alargar su encierro al menos diez días más desde el momento en el que deje de presentar síntomas de la enfermedad. Eso siempre que se trate de una cepa estándar de coronavirus. Así lo confirmó el viernes el jefe del Departamento de Salud del estado de Victoria, Brett Sutton: "Esa es la consecuencia desafortunada para cualquiera que se convierta en un caso confirmado: el período de aislamiento comienza desde que se confirma dicho caso. Para el coronavirus ordinario, ese período es de al menos 10 días, por lo que debe estar libre de síntomas durante tres y completar esos 10 días". El dirigente no quiso desvelar que con qué tipo de cepa contrajo la enfermedad Badosa, pero si fuera una de las "preocupantes, incluida la cepa del Reino Unido como algunos la llaman, ese período de aislamiento es de 14 días". Las autoridades han enarbolado el suceso de Badosa como ejemplo de que las estrictas medidas sanitarias impuestas son necesarias.

El viernes trascendió que el entrenador de Paula, Javier Martí, también padece por el coronavirus. Ambos esperan que la tenista pueda  competir, aunque sea en condiciones complicadas, en el Open de Australia desde el 8 de febrero.