“Yo quince días antes del partido no soñaba más que con Maradona”, recuerda el propio Espinosa, además explica que Boskov no le dio ninguna instrucción concreta para afrontar el marcaje del astro argentino. Se da la circunstancia que Espinosa había llegado del Real Madrid de la mano de Vujadin Boskov que le había seguido cuando el entrenador balcánico estaba en el banquillo blanco. El propio Espinosa reconoce que su llegada a El Molinón estuvo envuelta en dudas por la grada. “La afición estaba dividida a algunos les gustaba y a otros no, pero Boskov, que me conocía de su etapa en el equipo madridista, me había traído a Gijón como marcador”, explica. Precisamente Boskov, días antes de recibir al Barcelona, anunció que Espinosa iba a marcar a Maradona. Y ante la insistencia de las dudas de la decisión, el exzaguero rojiblanco recuerda la explicación del técnico ante la prensa: “Si nosotros ponemos al peor nuestro a marcar al mejor de ellos y sale bien, salimos ganando nosotros”. Espinosa recuerda que después del partido le recordó la frase al propio Boskov.

El propio Espinosa explica la clave para conseguir secar a un astro como Maradona: “Cuando Schuster cogía la pelota y le miraba, yo me anticipaba a que el alemán le diera el pase, cuando Schuster iba a dar el pase, yo ya estaba delante de Maradona. Si él abría los brazos y yo me quedaba detrás me ganaba la posición y si se daba la vuelta estaba muerto”.

El exzaguero recuerda que aquel partido fue un antes y un después de su carrera. “Llegaba a aquel partido con dudas sobre mí. En aquella época se marcaba al hombre, no era una labor vistosa y además yo vine a un Sporting de Gijón que era un equipazo. Pero es verdad que a partir de ahí pasé de que me pitaran por todo a aplaudirme incluso cuando la tiraba fuera. Después de ese partido, me dieron un apoyo total y me aplaudían todo lo que hacía en el césped”.